(Desde Washington, Estados Unidos) Con cautela, Gerardo Werthein y la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) trabajan en paralelo para concretar una reunión entre Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca. Este encuentro marcaría un hito como la primera audiencia oficial de un presidente latinoamericano con el líder estadounidense, reafirmando la sintonía entre la administración libertaria y el gobierno republicano.
Milei planea una visita breve a Washington, que incluiría su esperado discurso en la CPAC el 22 de febrero, un posible encuentro con Elon Musk y la reunión con Trump, que se busca fijar en el Salón Oval. El mandatario argentino tiene previsto arribar a la Base Andrews el 20 de febrero y regresar tres días después, período en el cual podría concretarse la reunión bilateral.
La relación entre Milei y Trump es estrecha tanto en lo ideológico como en lo personal. Coinciden en su apoyo a Israel, su rechazo a la OMS y al Tratado de Cambio Climático, su postura contra los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, y su interés en frenar la influencia de China en América Latina.
Si la audiencia en la Casa Blanca se confirma, Milei aprovechará la ocasión para plantear su estrategia ante el FMI. Argentina necesita entre 10.000 y 20.000 millones de dólares adicionales para fortalecer las reservas del Banco Central y levantar el cepo financiero sin generar inestabilidad en los mercados.
Kristalina Georgieva, directora del FMI, ha elogiado repetidamente el ajuste económico de Luis Caputo. “Argentina está superando las expectativas en la reducción de la inflación y en el crecimiento económico”, destacó tras su último encuentro con Milei en Washington.
Sin embargo, dentro del FMI persisten dudas sobre el rumbo económico. Julie Kozack, vocera del organismo, subraya que Argentina debe continuar aplicando políticas fiscales, monetarias y cambiarias coherentes para sostener su recuperación.
Milei y Caputo descartan una devaluación como sugiere el FMI. En cambio, el presidente argentino apuesta a una jugada política: dilatar la negociación con el staff técnico liderado por Luis Cubeddu y esperar el respaldo de Trump para fortalecer su posición ante el directorio del Fondo.
Caputo, por su parte, no viajará a Washington en febrero y continuará las negociaciones con Georgieva en una reunión del G20 en Cape Town, Sudáfrica, a finales de mes. Allí, Argentina y el FMI medirán fuerzas en una partida estratégica donde no habrá ganadores absolutos.
Con el apoyo de Trump, la negociación con el FMI podría acelerarse. Se esperan definiciones clave en mayo.