Milei admitió que la suba de tasas enfría la economía y apuesta a cubrir $14 billones con nueva deuda en pesos

El Gobierno se prepara para una nueva prueba en el mercado local de deuda, en la que buscará refinanciar vencimientos en pesos por casi $14 billones. La licitación llega en un contexto de tasas de interés en alza y creciente tensión electoral, escenario que el propio presidente Javier Milei reconoció tendrá consecuencias sobre la actividad económica.

En su exposición en la Bolsa de Comercio de Rosario, el mandatario fue categórico: “¿Se va a desacelerar la actividad? Claro, obvio”, dijo al justificar el endurecimiento monetario como parte del plan de desinflación. Milei explicó que el salto en las tasas responde tanto a las condiciones del mercado como a la incertidumbre política: “Lo que ustedes están viendo tiene que ver con un riesgo electoral, porque del otro lado están los kukas”.

El presidente defendió la estrategia de endurecer encajes y encarecer el crédito para garantizar la renovación de la deuda: “Si no nos rollean deuda, ajustamos las condiciones. Eso reduce la liquidez, encarece el financiamiento y enfría la economía, pero es preferible a un salto devaluatorio convalidado por emisión, que rompería el equilibrio monetario e impulsaría la inflación”, sostuvo.

Un freno en la actividad

Las señales de desaceleración ya aparecen en los indicadores. Según la consultora Invecq, en julio se registraron caídas en la producción industrial (-1,4%), la construcción (-0,4%), la fabricación de autos (-5,3%) y la molienda de soja (-7,2%). Solo algunos sectores, como el petróleo (+2,7%) o el cemento (+2%), mostraron leves avances.

El estancamiento también golpea al empleo y al consumo: el salario privado formal en julio estuvo 1,2% por debajo de febrero y aún no se recupera. En paralelo, la mora en créditos familiares subió al 5,2%, mientras que los préstamos en pesos al sector privado crecen, aunque a un ritmo más lento.

La visión de los analistas

Para Invecq, la combinación de tasas altas y volatilidad cambiaria limita cualquier rebote de la economía antes de las elecciones. Tras los comicios, proyectan un ajuste en la relación tasa-dólar, con posible baja de intereses y una corrección del tipo de cambio que podría dar algo de oxígeno a la actividad.

Desde Abeceb advierten que el endurecimiento de encajes restringe el crédito disponible, ya que los bancos deben renovar depósitos a tasas más altas mientras mantienen préstamos previos pactados a intereses más bajos. Esto genera un descalce que desalienta nuevas colocaciones y termina en racionamiento de crédito.