La ciudad de Guerrero, en el suroeste de México, se vio arrasada por el Huracán Otis, que azotó la región hace cuatro días. Hasta el momento, las cifras de víctimas son inciertas, pero se reportan 43 personas fallecidas y 10 personas aún desaparecidas.
A pesar de que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no anticipó problemas significativos en su pronóstico, el fenómeno devastó la zona de Acapulco, provocando daños graves que incluyen cortes en el suministro eléctrico y en los servicios básicos.
Cuatro días después del desastre, aproximadamente el 58% de la población local ha recuperado el suministro eléctrico, pero todavía enfrenta las consecuencias de la tragedia. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, informó esta mañana el aumento en la cifra de fallecidos, aunque persisten incertidumbres en torno a la veracidad de los registros.
En su pronunciamiento durante el Ángelus de este domingo en la Plaza San Pedro, el Papa Francisco expresó sus condolencias a los ciudadanos de Guerrero. “Estoy junto a la población en la zona de Acapulco, México, que ha sido golpeada por un huracán muy fuerte. Rezo por las víctimas, por sus familias y por aquellos que han sufrido graves daños. Que Nuestra Señora de Guadalupe sostenga a sus hijos en esta prueba”, declaró el Papa.