Ya con Bilbao 3-2 en tiempo suplementario, Messi y Barcelona iban en búsqueda del empate a los 118 minutos. Villalibre -autor del 2 a 2- lo marcaba pasando mitad de cancha. Cuerpo a cuerpo primero y, ya cuando Leo largó la pelota hacia la izquierda, le metió un manotazo de derecha la cabeza. Enseguida, su rival se tiró al suelo, exagerando el golpe, pero está claro que hubo manotazo en caliente, cuando iba en busca del 3-3.
El árbitro no vio la acción pero sí el VAR. Y luego de que el pito cotejara la agresión, decidió echar al argentino, que se fue lógicamente caliente al vestuario, pero sin protestar. Para colmo, Barcelona se quedó sin la Supercopa de España.
Nueva frustración para el elenco catalán, que venía en alza en los últimos partidos. No gana un título desde la Liga 18/19. Para Messi, fue la tercera roja en su carrera: dos con Argentina y otra en Segunda División B jugando para el Barsa B contra Peña Sport, hace 15 años. Raro en él, ya que no es un jugador violento o de reaccionar.
Hay que ver ahora cuántas fechas de sanción le dan al astro argentino. Las tendrá que cumplir en la Liga y en Copa del Rey.