En la última sesión ordinaria, el pleno del cuerpo de la Cámara baja acompañó dando media sanción a la propuesta de María Argerich (Frente de Todos) para crear un programa integral de asistencia y contención a infancias y adolescencias LGBTIQ+ ante situaciones de violencia, discriminación y expulsión de sus vínculos afectivos. Así, se busca atender y visibilizar la realidad que viven en cuanto a la violencia, discriminación, marginalidad y expulsión de los vínculos escolares, culturales, deportivos, durante el proceso de construcción de su propia identidad de género y de orientación sexual durante la infancia y adolescencia.
La autora del proyecto indicó que “las niñas, niños y adolescentes trans sienten su identidad desde el inicio de su construcción como persona y esperan el amor y la comprensión de su familia, que no siempre saben cómo actuar”. “Tenemos una deuda como sociedad con las infancias y adolescencias LGBTIQ+” remarcó para explicar que el Programa apunta a “garantizar derechos básicos, conformando un equipo de profesionales para abordar las diferentes situaciones de violencia, discriminación y explotación a fin de asegurar su reintegración a la vida familiar y/o social y gozar sin límite el pleno ejercicio de los derechos de igualdad, libertad, integridad física y psicológica”. Para ello se establecen pautas y criterios de atención adecuada respetando la identidad autopercibida y a la vez se crean redes de apoyo con asociaciones civiles e instituciones intermediarias para prevenir y detectar situaciones de riesgos.
Durante el debate, Alejandra Pons (UCR-JPC) valoró positivamente el proyecto e indicó que se debe proteger y garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes, tarea a la que se deberá abocar la figura del Defensor del Niño para “garantizar que todos los derechos deben ser cumplidos”. Por su parte, Verónica Mercado (FT) contempló que las manifestaciones de violencia contra lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans e intersexuales “funcionan como barreras en el acceso al trabajo, la salud, la educación, la recreación y se expresan en invisibilización y en violencia verbal, física o simbólica, lo que genera exclusión y subordinación de personas LGBTIQ+, situaciones agravadas cuando se trata de infancias y adolescencias de este colectivo”.