Hace poco menos de cinco años, Catamarca se escandalizaba por el jury al fiscal Roberto Mazzucco, quien llegó acusado de cuatro hechos de peculado y dos de mal desempeño en el ejercicio de la función pública. Al final lo destituyeron y se amenazó con prender un ventilador de lo que pasaba puertas adentro de la justicia, pero todo quedó prácticamente en la nada.
El tema es que lo que en aquel 2017 parecía una película de terror, hoy es un cuento de Heidi al lado de las cosas que están sucediendo en Catamarca.
Y el gran protagonista de estas horas, involuntario pero protagonista, es Juan Pablo Morales, a quien también le colgaron el cartel de imputado en una causa de narcotráfico.
Porque esto es Catamarca, y no era suficiente con que se involucrara en el tema drogas nada menos que a quien fue subjefe de Policía y titular de Drogas Peligrosas como Carlos Kunz: ahora también se acusa a Morales.
Morales, además de ser abogado, fue… anoten: fiscal de instrucción, juez de Cámara de Apelaciones, Subsecretario de Seguridad de la Provincia y después Secretario de Estado de Seguridad. ¡Epa! ¿Y ahora lo imputan por narco?
Juan Pablo Morales fue virtualmente obligado a renunciar hace pocos días como codefensor de Ariel Sosa (juzgado por un grave siniestro vial), porque lo criticaron al participar en la misma causa que lo había tenido como fiscal. Lo denunciaron en el Colegio de Abogados por ese tema. Y al mismo tiempo sigue investigado por las presuntas coimas que recibió junto a Raúl Da Prá, la famosa historia del video que recorrió el país.
Las siete plagas de Egipto parecen caer sobre Morales, mientras que su coequiper en el video, Raúl Da Prá, quedó casi en el anonimato. Todo muy raro.
Morales fue un alto funcionario en la gestión de Lucía Corpacci: era el que tenía al mando la seguridad. ¿Cuántos de sus colegas de gobierno salieron a defenderlo? Ni uno. Nadie
¿Por qué lo dejaron solo? ¿Por qué le soltaron la mano?
Si es verdad que el gobierno peronista tuvo tantos “narcos” en el círculo rojo, claramente será más cómodo mirar para otro lado y hacerse el distraído. Pero si son acusados falsamente, ¿por qué nadie levanta la voz?
Y la duda mayor, ¿hasta dónde llega la red? ¿Quién está limpio? ¿La justicia está actuando sin miramientos sobre el comercio de la droga o se está jugando un juego perverso donde destrozan a cualquiera que señalen?
Como en la causa Kunz, aquí también la clave son grabaciones de audio. “Escuchas”. Un exjuez imputado por escuchas, que según él son charlas normales entre abogado y cliente.
Morales también denuncia: apunta al fiscal federal Santos Reynoso y al abogado Jorge Bracamonte. Dice que tienen una “sociedad” que, según se entiende, funciona casi como una mafia. Hasta dijo que el fiscal le quiso pegar.
Denuncias cruzadas, todos contra todos. ¡Y estamos hablando de lo más selecto del Poder Político y el Poder Judicial!
Hasta que las cosas se aclaren, si es que se aclaran, la imagen que se da la sociedad es que justicia y poder político son una verdadera inmundicia.
Mientras, los políticos piensan en las elecciones, la Corte armada por los políticos piensa en engordar su presupuesto, y no se escuchó un mea culpa de nadie.
Mazzucco era Heidi, esta película sí es de terror.