Mauricio Macri no tardó en regresar a Madrid, reanudando hoy mismo sus actividades habituales tras su fugaz visita a San Miguel de Tucumán. Aunque estuvo acompañado por diputados y dirigentes con quienes actualmente se vincula, en el PRO crece la disconformidad por el trato recibido durante la fría vigilia del 9 de Julio, donde se celebró la firma del Pacto de Mayo.
“Lo llamaron para que estuviera en la vigilia, vino y lo dejaron tomando frío durante dos horas. No lo invitaron a firmar el Pacto de Mayo ni lo incluyeron en la foto junto a Milei, su hermana y los gobernadores”, expresaron desde el partido, reflejando un sentir de molestia y descontento que no anticipa una ruptura pero sí denota una tensión interna.
El viernes, Macri recibió un llamado del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, solicitándole su presencia en la firma del Pacto de Mayo. Aunque Milei había extendido invitaciones a todos los ex presidentes, solo Adolfo Rodríguez Saá respondió positivamente, lo que resaltaba aún más la importancia de la presencia de Macri como un respaldo político en un momento crítico para el partido.
“El PRO debía estar allí porque comparte los principios del Pacto de Mayo y está comprometido con un cambio profundo. La ausencia de Mauricio podía interpretarse como un mensaje negativo, por lo cual decidió estar presente. Voló generosamente desde Londres, donde estaba siguiendo el torneo de Wimbledon, sin esperar retribución alguna”, explicó una fuente de alto rango del partido presente en Tucumán.
Durante el viaje de regreso en un vuelo privado compartido con figuras como Jorge Macri, gobernador de Chubut Ignacio “Nacho” Torres, y los diputados María Eugenia Vidal y Diego Santilli, entre otros, Macri expresó críticas sobre el evento, el frío y su falta de participación en la firma. Sin embargo, aseguran que no mostró enojo evidente.
A pesar de estos gestos públicos, las tensiones internas persisten. “Él es el aliado principal del gobierno. Están actuando de manera extraña”, se lamentaron desde el entorno de Macri, ya cuando su avión estaba en ruta de regreso a Europa. La sorpresa por la situación contrastaba con los intercambios previos con altos funcionarios de Casa Rosada sobre su participación en el evento en la Casa Histórica.
El celo en torno a la figura de Milei y su control mediático durante el evento sugiere que cada detalle estaba cuidadosamente planificado. La exclusión de Macri de la foto oficial, vista como un momento histórico, agudizó las tensiones internas que ya se insinuaban con declaraciones previas de dirigentes como Jorge Macri, quien abogó por un nuevo comienzo que vaya más allá de las diferencias partidarias.
En definitiva, la presencia de Macri en Tucumán buscaba reafirmar un compromiso simbólico y concreto del PRO, pero las circunstancias generaron más preguntas que certezas sobre la unidad interna y el rumbo del partido ante los desafíos políticos y económicos actuales.