Más de dos años lleva el gobierno de Raúl Jalil, y mantiene el inédito promedio de incorporar más de un ministro nuevo por mes, marca que si no es un record mundial se debe acercar bastante.
La última ceremonia se realizó el lunes, en el coqueto piso de tierra elegido para los actos oficiales (no vale la pena lustrarse los zapatos para ir a ver al Gobernador, porque es un tierral en cada reunión), y se anotaron tres nuevos, Marcelo Murúa, Manuela Ávila y Manuel Isauro Molina, de quien habíamos anticipado hace un tiempo que se le cumpliría el sueño de ser ministro. El cuarto juramento fue el regreso de Gustavo Aguirre, quien unos días antes también había jurado como diputado y pidió licencia para volver al mismo cargo que tenía antes de ser candidato.
Esta descontrolada ola de juramentos confirma que el gabinete no tiene ton ni son, y que se nombra por nombrar en áreas inventadas sin ninguna necesidad.
Un ministerio es cada uno de los órganos administrativos de primer nivel que integran la administración pública del gobierno en un Estado. Es responsable de llevar a cabo las políticas de un área específica que tiene bajo su competencia
“Ministerio” es una palabra de origen latino, “ministerium”, que significa ‘servicio’, y se discute si significa que tienen que servir a la autoridad que los designa o al pueblo, pero acá es al revés. Se nombran ministros para que ellos se sirvan del Estado, para pagar favores, para cumplir compromisos, para equilibrar el humor de distintas líneas del oficialismo, para compensar avances en otros terrenos, para congraciarse con algún amigo de la oposición.
Se arman ministerios que no hacen nada útil, que nadie sabe que existen, que no cumplen ningún rol relevante para la gente.
Esta locura no se detiene, al contrario, ya se anticipó que van a crear dos ministerios más, y reacomodan otros repartiendo funciones en los que siguen: es cualquiera. Vean sino, todos los ministerios y ministros que inundaron el gobierno de funcionarios de lujo en apenas ¡dos años! Y sólo contamos a los titulares, en el medio hay enroques, unos que quedan a cargo de ministerios ajenos, que van y vuelven, es una multitud irracional.
Vean y saquen sus conclusiones de todo lo que ha pasado en 24 meses. Trate de pensar qué hace cada uno de estos organismos por la provincia:
Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos: Jorge Moreno
Ministerio de Inversión y Desarrollo: Aldo Sarquís
Ministerio de Comunicación: Guillermo Andrada
Ministerio de Minería: Rodolfo Micone, Fernanda Ávila, Marcelo Murúa
Ministerio de Seguridad: Hernán Martel, Gustavo Aguirre, Gustavo Aguirre
Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles: Eduardo Niederle
Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica: Eugenia Rosales, Isauro Molina
Ministerio de Cultura y Turismo: Luis Maubecín, Roberto Brunello
Ministerio de Educación: Francisco Gordillo, Andrea Centurión
Ministerio de Salud: Claudia Palladino, Manuela Ávila
Ministerio de Agua, Energía y Medio Ambiente: Alberto Kozicki
Ministerio de Planificación: Susana Peralta
Ministerio de Desarrollo Social y Deportes: Marcelo Rivera, Maximiliano Rivera
Ministerio de Hacienda Pública: Sebastián Véliz, Alejandra Nazareno
Ministerio de Agricultura y Ganadería: Daniel Zelarayán, César Tobías
Ministerio de Industria, Comercio y Empleo: Lisandro Álvarez
Ministerio de Vivienda y Urbanización: Fidel Sáenz
Ministerio de Trabajo y Recursos Humanos: Ariel Luna
Ministerio de Relaciones lnternacionales, Logística y Transporte: A designar
Ministerio de Inclusión Digital y Sistemas Productivos: A designar