La enigmática leyenda del “monstruo” del Lago Ness ha escrito un nuevo capítulo hoy con una convocatoria impulsada por el Centro Loch Ness y el equipo de rastreo de voluntarios del Loch Ness Exploration. En un esfuerzo conjunto, más de 200 exploradores se unieron con el propósito de descubrir pruebas que respalden la existencia de la mítica criatura.
A pesar de que los mitos urbanos han perdido popularidad en los últimos años, el acontecimiento del sábado dejó claro que aún existen fieles que persisten en su búsqueda de evidencias que corroboren la validez de la “criptozoología”.
En una entrevista con la BBC, Paul Nixon, director general del Centro Loch Ness, afirmó: “Hoy, cientos de voluntarios se han reunido a lo largo de las orillas del lago, todos con la misión de encontrar respuestas sobre lo que realmente es el Monstruo del Lago Ness”. Los equipos de exploración utilizaron drones equipados con cámaras infrarrojas e incluso hidrófonos capaces de detectar sonidos inusuales bajo el agua.
Además, los investigadores están abordando los interrogantes surgidos a raíz de detecciones de sonidos poco comunes en los últimos meses. Nixon explicó que “algunos de los avistamientos recientes son contactos sonares que indican la presencia de objetos en las profundidades del agua”.
La narrativa del Monstruo del Lago Ness se originó en 1933 cuando una mujer que trabajaba en un hotel junto al histórico lago afirmó haber avistado una criatura “del tamaño de una ballena”. Este famoso lago, uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Europa, se extiende por más de 36 kilómetros y alcanza profundidades de hasta 200 metros en ciertas áreas.