Ahora todos quieren colgar en plaza pública a Martín Insaurralde, porque el muchacho es funcionario y se fue a pasear en Europa con una amiga.
Claro, la gente se pregunta de dónde saca la moneda para darse esos gustitos, porque allá todo hay que pagarlo en euros, miles de euros son millones y millones de nuestra hermosa moneda nacional, y en resumen los números no cierran por ningún lado.
La conclusión: loco, estás choriando. Conclusión dos: loco, estás choriando y encima lo mostrás a todos. Y conclusión tres: estás choriando para vivir en el lujo cuando hay 20 millones de argentinos hundidos en la pobreza.
El como parece mucho, y la cabeza de Insaurralde rodó como corcho de la botella de champañe en el yate, la candidatura de Insaurralde se hundió como él en el colchón de agua, y su carrera política quedó pintada como tatuaje de la amiga.
Se hizo tan escandaloso el tema que a nadie le importa lo que diga o pueda decir Insaurralde: ya está, fue juicio abreviado a 30 segundos con condena ejemplar. Lo liquidaron.
Pero no todo está perdido Martín, hay una solución: venite a Catamarca hermano.
Acá nadie pregunta nada, nadie se queja de nada, nadie te escracha. Acá tenemos funcionarios que esperaban el bondi y en meses pasaron a la 4×4: cero drama. Acá asumís como perejil y al año te comprás las propiedades que querés. No pasa nada amigo.
Acá si te querés ir al exterior te hacés pagar los pasajes y la estadía por el Estado, ¿o te creés que nuestros políticos van de vacaciones a Balde la Punta?
Acá no se juzga ni se condena a nadie: el Tribunal de Cuentas está manejado por dos exministros del Gobierno, la Justicia tiene en la Corte a exministros, exlegisladores y más amigos del Gobierno. Todo bajo control loquito.
Acá ningún medio te va a escrachar, por la pauta te hacen crecer el pelo otra vez y elegís el título de tapa y foto.
Martín, olvídate de Lomas de Zamora, las montañas te esperan. Acá no hay movidas anticorrupción ni nada, sos amo del universo, a tu amiga del yate le das una secretaría, al cuñado un índice, a la hermana le entregás la casa y al vecino lo nombrás en la Legislatura. Viven felices los cuatro.
Vení, loco lindo, olvídate de la timba bonaerense, tenemos mil negocios para hacer con las mineras y la obra pública, si no queré sponer la caripela te hacemos proveedor del Estado.
Quién dijo que todo está perdido, Catamarca te espera.
El catucho