La cantante María Becerra reveló este martes el difícil momento de salud que atravesó tras sufrir dos embarazos ectópicos, uno de los cuales puso en riesgo su vida y la llevó a estar internada en terapia intensiva con una hemorragia interna. Emocionada, compartió su testimonio en el programa Perros de la Calle, de Andy Kusnetzoff en Urbana Play, en una charla íntima junto al psicólogo Gabriel Rolón.
“Es algo tremendo realmente”, expresó entre lágrimas la artista, que detalló cómo vivió esa experiencia límite: “Cuando te estás muriendo es tremendo la cantidad de cosas que se te pasan por la mente”.
María contó que su salud estuvo gravemente comprometida y que la recuperación fue tan profunda como transformadora. “Cuando lográs salir de eso, yo vi la vida de otra manera completamente diferente. Empecé a tomarme todo con más calma, a valorar mi salud, mi bienestar y mi familia”, reflexionó.
La intérprete de “Automático” relató que el proceso de internación le hizo tomar conciencia de lo esencial: “Hasta las cosas más básicas. Me pasó en la clínica cuando me sacaron el respirador… algo tan básico como respirar sola, o pararme para ir al baño. Todo eso lo empezás a valorar muchísimo”.
Durante la entrevista, también habló sobre cómo lidió emocionalmente con lo sucedido. “Tiende a aparecer la culpa. Me hice estudios, mi novio también. Nos re ocupamos. Pero siento que el estrés afecta mucho. Pensaba en cuántas personas quedan embarazadas y no lo saben, y siguen con su vida, y bueno…”, dijo, en tono introspectivo.
Más allá del drama vivido, Becerra también se sinceró sobre cómo vive su carrera y su exposición pública:
“Nunca me la creí. Al contrario, soy muy insegura. Tenga el éxito que tenga, nunca me la voy a creer”.
“Soy muy perfeccionista, nunca siento que soy una capa. Me cuesta disfrutar. ¡No disfrutaba nunca la piba!”, bromeó con autocrítica.
El relato de la “Nena de Argentina” conmovió tanto a sus seguidores como a los oyentes del programa, y dejó un mensaje potente sobre la importancia de valorar la vida, incluso en sus gestos más simples.
