Manzi y los intendentes

El avispero político se sacudió porque el precandidato a gobernador Rubén Manzi habló públicamente de los feudos que arman los intendentes, y la casta no resistió la osadía.
Todos se agarraron de los pelos y se rasgaron las vestiduras, como si hubiera revelado algo desconocido.

Seamos serios, los intendentes que están tres, cuatro, cinco o más mandatos en un municipio, no perduran porque sean genios de la políticas ni iluminados en la función pública. Lo hacen porque se convierten en dueños de sus ciudades-pueblos, donde viven como Césares que bajan o suben el pulgar, que te dan trabajo o te echan, que te dan una beca o no te la dan, que te dan una ayuda económica o no. Van construyendo su poder en base a esas pequeñas extorsiones socialmente aceptadas, y si ganan elección tras elección, la mayoría de las veces es porque tienen a todos agarrados del cuello: si no los votan muchos saben que se quedan sin su precario ingreso.

Lo saben hasta las piedras, pero Manzi lo dijo y se horrorizaron todos. Ay, qué espanto. Vamos muchachos, es como decir que los legisladores nacionales se sacan la lotería sin hacer nada, como que la Legislatura provincial es una incubadora de vagos o que los funcionarios con mejores cargos reparten índices a toda la parentela. Ya basta de disimular. Muy lindos los 40 años de democracia, muy emocionante todo, pero dejemos de mentirnos y digamos claramente cómo son las cosas.

Lo de Manzi fue un escandalete porque nombró, entre los atornillados al sillón, a dos de su alianza. Y bueno, qué quieren que haga. Si están así que se la banquen. Una vez que alguien denuncia sin obedecer a la mal llamada “conducta partidaria” y le saltan a la yugular.

Es tiempo de decir la verdad: Elpidio Guaraz (Santa Rosa); Gilberto Santillán (Londres); Jorge Herrera (Las Juntas); Roxana Paulón (Fiambalá); Ariel Ojeda (El Alto); Alfredo Hoffman (Chumbicha); Armando Seco (El Rodeo); Orlando Saavedra (Los Varela); Lucas Carrazana (Saujil); Marcelo Villagrán (Hualfín); Osvaldo Gómez (La Puerta); Omar Soria (Huillapima) y Francisco Gordillo (Pomán), Julio Taritolay (Antofagasta de la Sierra), y Ramón Eduardo Villagra (Villa Vil) son algunos de los que se aferran al cargo con uñas y dientes.

Parece que molesta más que alguien lo diga a que ellos lo hagan.

La visión del catucho 

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