A casi un año de la administración de Javier Milei, la relación entre el presidente y su principal aliado político, Mauricio Macri, vuelve a tensarse. En la última semana, Macri impulsó una serie de declaraciones públicas moderadas en tono, pero contundentes en contenido, para marcar sus críticas a ciertos aspectos de la gestión. Sin embargo, en la intimidad, fuentes cercanas al exmandatario señalan que su nivel de frustración ha crecido, y que espera respuestas claras por parte del Gobierno para establecer un acuerdo más definido y funcional.
Desde la Casa Rosada, en cambio, restan importancia a estos reclamos y se sienten fortalecidos por las mejoras en la economía y los indicadores de aprobación. Fuentes de alto nivel aseguran que no han recibido demandas recientes de parte de Macri y atribuyen su insistencia a una estrategia para mantener satisfecho a su electorado. “Estamos convencidos de que el Gobierno está sólido y de que Macri no tiene otra opción que respaldar a Milei”, comentaron.
Pese a los desacuerdos, desde PRO aseguran que la relación con el presidente está intacta y esperan una reunión privada en los próximos días, antes de que ambos líderes viajen al exterior. Sin embargo, Macri sigue insatisfecho con la falta de comunicación con ciertos miembros del entorno presidencial, como Karina Milei, quien no ha respondido a sus intentos de acercamiento, y Santiago Caputo, con quien no ha logrado consolidar una relación fluida.
Macri ha expresado en su círculo íntimo que está dispuesto a considerar un retiro de apoyo si no se observan cambios. “Podemos alejarnos si es necesario”, afirmó un alto dirigente de PRO. La dirigencia macrista considera que su respaldo ha sido clave en la recuperación del riesgo país y la confianza del mercado. En contraste, en Balcarce 50 desestiman esta postura y atribuyen la estabilidad económica a la eficacia de su política macroeconómica.
En el Congreso, los legisladores de PRO están evaluando una postura más dura ante el oficialismo en temas clave que se debatirán en las próximas semanas, como los límites al uso de decretos por parte del presidente y la eliminación de las PASO antes de fin de año. Esto podría suponer un desafío adicional para el Gobierno, que necesita apoyo en el Parlamento para avanzar con su agenda.
Por su parte, fuentes cercanas a Milei aseguran que han atendido ciertos pedidos de PRO, como la designación de María Tettamanti en la Secretaría de Energía, pero sostienen que las demandas de Macri son excesivas y constantes. “No hay solución. Siempre va a querer más”, se quejan en la Casa Rosada, donde perciben que Macri busca consolidar un poder propio dentro del gobierno.
La tensión sigue latente, y ambos líderes parecen dispuestos a mantener el diálogo, aunque a ritmos distintos. Macri insiste en la necesidad de establecer un pacto institucional más claro y reclama que sus propuestas sean escuchadas. Sin embargo, en el Gobierno parecen seguros de que los tiempos los favorecen.