Mientras los simples mortales patean la calle todos los días para juntar un mango, pelean contra las deudas y contra la inflación si tienen trabajo, o mendigan en un comedor si no tienen nada, hay otros que son más afortunados.
La casta política vive en su propio mundo, donde los “problemas” son las reelecciones, las listas de candidatos, que el chofer se demore y dramas de ese tipo.
Son todos sensibles y solidarios a la hora de inventar un parte de prensa, pero lo cierto es que la pasan bastante bien sin hacer nada, es como si se ganaran la lotería todos los días.
Se sabe: algunos tienen suerte y otros no. Hasta ahí todo bien. El problema es que la casta de privilegiados, ministros, funcionarios, legisladores, la pasa de lujo con nuestra plata.
Porque ellos se alimentan, irónicamente, de lo que generan los laburantes y los que no tienen nada. Puede faltar presupuesto para muchas cosas, menos para ellos, sus empleados ñoquis, amigos y placeres.
Pongamos como ejemplo el Congreso de la Nación, que en lo que va de este año ya gastó 15 mil millones de pesos, a un ritmo de 127 millones diarios, y como contrapartida, solamente aprobó una ley.
Los senadores caminan al ritmo de Cristina: que cuidarla de la justicia, que ayudarla para zafar de esto y aquello, para acomodar al éste y aquel… los senadores oficialistas son soldaditos de la abogada exitosa, hormiguitas al servicio de la reina.
En diputados, ni se ocuparon de formar las comisiones. Así estamos.
Los datos que escandalizan los confirmó Clarín y no son imaginados: salen del sitio oficial Presupuesto Abierto que demuestran que concluido el primer cuatrimestre del año, y en medio de una parálisis casi total de la actividad legislativa, las dos cámaras del Congreso de la Nación ya insumieron esa fortuna 15.000 millones. Y literalmente no hacen nada, ni siquiera hubo sesiones extraordinarias de verano aunque las había convocado el Ejecutivo.
En el caso de la cámara Baja, el programa “formación y sanción legislativa” registra transferencias por $ 7.968 millones, un 36,21% de los $ 19.884 millones establecidos de acuerdo a la web oficial. Para la cámara Alta, por su parte, se destinaron $ 6.640 millones de los $ 18.908 millones que tiene para utilizar durante todo 2022.
Sin embargo, sumando otras áreas relativas al funcionamiento de las dos cámaras, los montos trepan a más de $ 15.000 millones. Senadores, por caso, viene gastando recursos totales por $ 6.917 millones; mientras que Diputados transfirió fondos por $ 8.081 millones.
¿Qué hacen los legisladores mientras tanto, además de gastar nuestra plata?
Ah, maravillas que nos cambian la vida. Por ejemplo, un viaje a Tucumán para comer un asado con Juan Manzur y rosquear un rato, tema que mantuvo ocupados a Guillermo Andrada y Lucía Corpacci en los últimos días.
Y bueno, el que tiene plata hace lo que quiere… traigan los huesitos.