Los políticos a los que se les va el tren

El cierre de listas dejó, como siempre, un mar de lágrimas entre muchos aspirantes de distintos partidos que querían dar el salto o mantenerse, y lentamente ven como se les va el tren.

Ojo que no hay que dar a nadie por liquidado, porque en política todo se recicla rápido y el que es descartado hoy puede aparecer mañana en un buen lugar, pero lo cierto es que los cargos legislativos son los más atractivos porque la exigencia es nula, los problemas no existen, todo es pasarla bien y cobrar la dieta, sin rendir cuentas, sin asistencia y la mar en coche.

Muchos querían anotarse y algunos hasta lo decían abiertamente, pero al menos en esta estación se quedaron penando en el andén. Por ejemplo…

DANIEL LAVATELLI – Misión cumplida Daniel. El joven que arrancó pisando fuerte como primer subsecretario de Asuntos Municipales de Lucía Corpacci, vio como despegaban todos a su alrededor y se quedó en el camino. Mientras sus colegas treparon a ministerios y candidaturas, él se fue apagando. Tras un opaco mandato en Diputados, no le dieron la chance de seguir. Dicen que podría aterrizar en la municipalidad.

EDUARDO BRIZUELA DEL MORAL. Tres veces intendente, dos veces gobernador, diputado nacional, etc., etc., el hombre que lo fue todo desapareció de todas las listas por primera vez en mucho tiempo. Fue durante años el político con mejor imagen en Catamarca, hasta que se unió al kirchnerismo para después traicionarlo, en lo que marcó el inicio de una pendiente sin fin. Ocupó una banca en silencio en el Congreso, y ahora se va sin partido homenaje, sin despedida, sin nada. Ya ni siquiera lo critican, la oposición ni lo tiene en cuenta y sus correligionarios menos.  Un final casi indigno para semejante figura, al que se lo recordará por perder el gobierno y marcar el Waterloo del FCS. No jugó ni como actor de reparto, la nada misma.

RAUL CHICO- Le apuntaba a una banca en el Congreso de la Nación y no puede pelear ni por la senaduría de Santa María. Relegado hasta la injusticia, quedó solito y solo. Nunca resignó aspiraciones, pero no encontró en el PJ quien le tienda una mano amiga. Fue el primero en poner el ojo en Alberto Fernández cuando ni sonaba para presidente y hasta lo trajo a Catamarca, pero ni ese mérito le reconocen. Le darían algún lugar en el Gobierno de Jalil.

GUSTAVO JALILE. El Gallo es otro que pasó de caudillo histórico al baúl de los recuerdos. Sonaba como una carta fuerte para recuperar algo de votos por los radicales, pero Oscar se la jugó por el Telchi Ríos y ni lo miró. Una ausencia que empieza a vestir de utopía su regreso en 2023.

ARMANDO ZAVALETA- Era uno de los jóvenes más activos políticamente en el regreso del peronismo. Subsecretario de Finanzas primero, secretario de Ambiente después, iba de ascenso en ascenso. Largó su propia agrupación “La Calle” y allí se quedó. No lo dejaron seguir como diputado. Perdió fuerza en el corpacismo, no se acomodó con Raúl y tampoco le funcionó ningún padrinazgo nacional.

JIMENA MORENO – De breve paso por Cultura, no se lució en ningún cargo y tampoco en Diputados, donde no pasó de integrante del reparto secundario del elenco., Concluido su mandato, vuelve al llano sin mucho horizonte político.

ALEJANDRO SEGLI. Era el extrapartidario que todos nombraban como número puesto para integrar una lista, pero a la hora de la verdad no lo tuvieron en cuenta.

LISANDRO ALVAREZ- Uno de los ministros más interesados en aparecer en los medios, tenía la ilusión de proyectarse políticamente pero no entró en la consideración de los que deciden.

ISAURO MOLINA- El Taro perdió su banca a pesar del puesto de lujo que le habían dado en 2017. No cumplió con las expectativas en la Legislatura, donde casi no se lo escuchó ni presentó proyectos relevantes. Pero atenti que volverá a la carga por su eterno sueño: ser ministro de Educación. ¿Le darán el gusto ahora?

DIEGO FIGUEROA. Llegó a su banca por la triste partida de Marita Colombo, luego de forcejar con otros sectores que querían el cargo. Intentó entrar pisando fuerte con algunas declaraciones fuertes, pero no consiguió nada. Lo pusieron en un séptimo lugar que, cuando se arme la lista real cruzando nombres con los otros participantes de la interna, prácticamente desaparecerá. Será un paso fugaz como legislador.

JORGE MORENO- El ministro político de Jalil soñaba con irse al Congreso, pero quedó relegadísimo, fuera de la real disputa de poder, y con el mismo margen de siempre para pelear por un cargo electivo alto: es decir, ninguno.

FERNANDO JALIL- Así como otros llegan por portación de apellido, a Fernandito el parentesco lo sepultó políticamente. Quería ir al Congreso, pero con su hermano en el Gobierno y su cuñada en el Congreso, meter otro Jalil en la lista era un delirio. Hasta ellos se dieron cuenta y lo borraron de entrada… por lo menos le queda YMAD, que no es un feo consuelo.

CHICHI SOSA- El líder de la CPR no terminó de encajar nunca ni como oficialismo ni como oposición en la UCR, y si bien le quedan dos años de mandato, no jugar fuerte en esta intermedia achica claramente su proyección para el 2023.

El Catucho

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