Los negros hediondos

La idea de que Edgar Adhemar Bacchiani simplemente encaró un negocio de alto riesgo y le salió mal, arrastrando involuntariamente a miles de ahorristas e inversores, se cae sola cuando se revela la mirada que el propio Pelado tenía de la gente que le confiaba su dinero.

Bacchiani despreciaba completamente a la gente que lo hacía millonario, y su único objetivo era envolverlos como una serpiente y mantenerlos cautivos con amenazas y falsas promesas.

Así surge con total claridad de las escuchas telefónicas realizadas por la Justicia cordobesa, donde Bacchiani y sus colaboradores, en reiteradas oportunidades, se burlan de quienes realizaban depósitos en Adhemar Capital, los tratan con desprecio y sólo hablan de exprimirlos y someterlos.

A tal punto llega la perversión, que en una conversación Bacchiani dice que el suyo no es un Esquema Ponzi, porque Ponzi pagaba a unos con lo que aportaban otros, y él no tenía intención de pagar nada.

Le dijo a su madre que esa semana iba a ser definitiva ya que sostenía que las cuentas de Binance se desbloquearían y podría cumplir con los ahorristas. Allí expresó que si la jugada le salía bien volvía a ser el Rey de Catamarca, si no suponía que le iba a tener que llevar cigarrillos a Miraflores…

Una vez más, estos no son rumores, son pruebas colectadas por los investigadores cordobeses que están en el expediente, donde se incorporaron intervenciones telefónicas de las que surgieron conversaciones que tuvo Bacchiani con su gerente regional José Armando Blas en la que se refirieron de manera perversa a los ahorristas que les reclamaban.

“Lo peor es que yo publico bancarizado y la gente pregunta: …y nosotros los que no tenemos bancarizado cuándo vamos a cobrar…”, a lo que Blas acota “negros hediondos… a mí me están hartando culiado…”.

Bacchiani le comenta: “le contesté a uno recién, lo llamé por Instagram le digo escuchame enfermo, le digo, querés que te etiquete y ponga esta persona tiene un contrato en negro, debería cobrar, debería cobrar tal día… a noooo tenés razón jajaja…”.

“Yo no puedo creer que la gente sea tan pelotuda”, dice Bacchiani, y acota Blas: “Un asco esa gen-te”.

Esta situación y otras similares se repiten cientos de veces en las escuchas. Los negros hediondos de los que habla Bacchiani, eran personas que habían creído en él, que en muchos casos se habían endeudado, vendido propiedades o vehículos para confiar en alguien que en definitiva los despreciaba y que lo único que quería era chuparles la sangre hasta la última gota, dejándolos secos. Y los dejó secos.

Una pista más que dejan las escuchas. Allí se dice varias veces que Bacchiani “prefiere la cárcel antes que ser pobre”, y que resistirá todo el tiempo que sea necesario preso, para reencontrarse cuando salga (más tarde o más temprano) con el dinero robado a sus clientes.

Una teoría en la que cada vez creen más personas.

El catucho 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí