Los exportadores de carne advierten que es posible que los precios internos no bajen

Todavía aturdidos por la noticia que recibieron de boca del presidente Alberto Fernández, los exportadores de carne ya empezaron a hacer el control de daños sobre el cierre de sus ventas externas por 30 días que dispuso ayer el gobierno. Creen que la decisión impactará negativamente en ambos mercados: los exportadores perderán negocios en el exterior y, al mismo tiempo, no se reducirán los precios en el mercado interno.

Entre las empresas del sector ronda una lectura clara: el cierre de las exportaciones es un avance más de las políticas duras del kirchnerismo para combatir la inflación, las mismas que fueron empleadas durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con resultados ya conocidos.

Nadie se atreve a arriesgar si la medida conocida ayer, en principio por 30 días, se volverá permanente o si el Gobierno “pegó primero para negociar después”. Dejó abierta una puerta al aclarar que “si se cumplen los objetivos” los 30 días podrían acortarse. Lo cierto es que la decisión lleva la impronta del ala dura del equipo económico, en la línea de los programas de control de precios o el congelamiento de las tarifas.

Algunas empresas ya saben que van a incumplir con entregas ya acordadas y los efectos colaterales son imprevisibles. “Siempre es difícil entablar una relación comercial con los chinos, ¿cómo les explico que el Gobierno no me deja venderles? Eso deja dos grandes riesgos: o salen a comprar a otro lado o dejan a la Argentina solamente para comprar con precio de descuento”, explica un empresario. En Uruguay, ya se frotan las manos para salir a la caza de esa demanda insatisfecha.

Pero más allá de lo “sorpresivo e innecesario” de cerrar por completo las exportaciones y de que es un desincentivo evidente para la inversión, según dicen los empresarios, el punto que resaltan es que la decisión no traerá el efecto buscado por el gobierno, es decir, no ayudará a reducir los precios en las carnicerías y en las góndolas, o lo hará solamente en forma transitoria.

“Si los cortes de carne fueran vehículos, haga de cuenta que nosotros exportamos camionetas y en el mercado interno se consumen autos. ¿Por qué la suspensión de las exportaciones de camionetas va a hacer bajar el precio interno de los autos, qué motivo hay para eso? No lo entienden”, señalaron en una de las compañías para graficar la diferencia de cortes entre ambos mercados.

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