Los diputados dan vergüenza

La sesión de ayer en la Cámara de Diputados resultó vergonzosa. Los legisladores, que le cuestan millones a los catamarqueños, usaron la sesión para delirar sobre toda clase de estupideces, demostrando que no tienen ni idea de lo que pasa en la provincia.

Hasta el debutante Diego Figueroa, se despachó con su indignación por el terrorismo de Hamas, presentándose como una figurita más de las que se desesperan por conseguir un recorte de diario para mandar a Buenos Aires.

La sesión completa fue un papelón, agresiones, chicanas, comentarios sin sentido, cruces propios de millonarios con mucho tiempo libre que maman la realidad viendo Twitter y TN, y desconocen el drama que viven los catamarqueños.

La mayoría cómodamente instalados desde su casa, con un trabajo que les reporta fortunas del dinero público por conectarse a la computadora un rato a la semana, se lucieron como improductivos, ociosos y despreocupados privilegiados, que sólo están atentos a la pelea barata, a la campaña y las elecciones que vienen.

No entendieron que hay una emergencia sanitaria, que suman decenas de muertos semana tras semana, que está colapsando el sistema de salud, que en 24 horas se registraron más de 300 infectados con un virus que puede ser letal.

No se enteraron que cerraron más de 150 comercios en la Capital, como señaló el director de Rentas Mariano Toledo, y que cada negocio cerrado es un drama para el dueño y para uno, dos o tres empleados que se quedan sin sueldo.

No saben que hay miles de familias que no tienen para comer. No saben que en la calle está lleno de niños mendigos, no saben que estamos en el punto más crítico de la pandemia.

Sólo hablan estupideces para insultarse entre ellos, con un nivel de discusión que anda por los zótanos de la grosería.

Y no vengan a decir que así es el juego de la democracia, que tiene que haber debate. Sí, debate de ideas, de proyectos, de propuestas, no de ver quien se arrastra más.

Pónganse media pila, cobran alrededor de medio millón de pesos por mes, tienen empleados, mozo, teléfono, viáticos, gastos de bloque. No hacen nada: les regalaron un aumento de 50.000 pesos mensuales y ni van a sesionar.

Salgan a caminar, vean lo que pasa.

El pedido fácil y demagógico sería que donen sus sueldos, cosa que a ninguno le causaría problemas. Pero no, el pedido es otro: trabajen, pónganse a la altura de lo que pasa.

Se está muriendo gente todos los días, dejen las boludeces a un lado.

Tendrían que dar una conferencia de prensa los presidentes de todos los bloques y anunciar que van a trabajar juntos, que van a pensar cómo ayudar, que van a dejar de lado las diferencias para dedicarse a la población. La situación es gravísima y ustedes está en una burbuja de egos, negocios y figuretismo.

Va más de un año de pandemia, cada vez más seria. Tenemos casi 20.000 casos acumulados, y no se les cayó una idea para ayudar.

No se merecen lo que cobran, con los millones que les dedica el Estado se podrían comprar vacunas, respiradores, camas, jeringas, módulos alimentarios. Son una vergüenza provincial, ñoquis de lujo, despiértense, hagan algo útil. No es tiempo de politiquerías, dejen de dar vergüenza ajena y muestren algo de amor propio. Piensen qué pasa a diez metros de los cajeros donde van a cobrar sus sueldos. Piensen en la gente.

El Catucho.

1 COMENTARIO

  1. Son y seguirá siendo una vergüenza. Porq son los mismos hace más de 20 años. Y la función no los ilustra, al contrario,los vuelve más soberbios, idiotas, más ricos,por supuesto,mientras el pueblo se muere ,se ca.. de hambre. La culpa la tenemos nosotros. No aprendemos y, ellos sonproducto de esta sociedad. Gracias

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