Siguiendo el ejemplo del Poder Judicial, que otorgó un 14 por ciento de aumento que después quedó “congelado” hasta que lleguen al 14 por ciento los empleados del Ejecutivo y el Legislativo, se vienen más aumentos condicionados.
- Aumento del 90 por ciento para los agentes de Administración Central, congelado hasta que Gimnasia de Jujuy gane la Copa Libertadores.
- Aumento del 100 por ciento para empleados de la Cámara de Diputados, congelado hasta que Messi gane un Gran Premio de Fórmula 1.
- Aumento del 80 por ciento para todos los municipales de la Provincia, congelado hasta el año en que ningún funcionario de Jalil se vaya de vacaciones al exterior.
- Aumento del 95 por ciento para los docentes, congelado hasta que la suma de la inflación en Nicaragua dividida por el coeficiente de la brecha del dólar turista multiplicada por el porcentual del PBI derivado de la exportación pesquera equivalga a los puntos sumados por la cuarta división de Tesorieri.
- Aumento del 92 por ciento para todos los empleados públicos congelado hasta que el Tribunal de Cuentas descubra dos casos de corrupción.
- Aumento del 78 por ciento congelado hasta que Jalil se saque una foto abrazado con Cristina.
Pocas veces se vio payasada semejante como otorgar un aumento y después “congelarlo”, medida que por otra parte generó enorme confusión y muchas peleas.
Para algunos, los judiciales siguen siendo privilegiados, porque cobrarán un acumulado mucho más alto que el resto hasta que los demás lleguen al 14 por ciento, para otro es lo mismo que no dar ningún aumento, con lo cual ahora los judiciales salieron a pedir al menos el 2 por ciento que dio el Gobierno al resto.
La secretaria general de Ajuca, Cecilia Falcón, elevó una nota al presidente de la Corte, Hernán Martel, solicitando que se mantenga la actualización salarial de acuerdo con la inflación y por la cual el Gobierno otorgó un incremento del 2,7 por ciento.
Por su parte, UPCN dice que Raúl Jalil está “muy molesto” con toda la situación que se generó, y en definitiva los trabajadores queda de rehenes de la pelea de poder entre el Ejecutivo y la Corte que armó el Ejecutivo, llena de parientes y amigos que ahora se hacen los rebeldes.
Un papelón.
El Catucho