Las ventas minoristas pymes descendieron por séptimo mes consecutivo en julio, al ubicarse 3,6% por debajo del mismo mes de 2022, en la medición a precios constantes. En los primeros siete meses del año el comercio acumula una caída de 1,6%. También en la comparación mensual, se vendió 3,2% menos que en junio.
La inflación está golpeando al consumo en todos los rubros de la economía, excepto en el sector farmacéutico. El sector más afectado durante el mes de julio fue el de Textil e Indumentaria, que se contrajo un 7% anual en comparación con el mes anterior. También se destaca el declive en Alimentos y Bebidas, con una significativa variación interanual del 4,3%. La gente está gastando menos en bienes y servicios, lo que está provocando una desaceleración económica.
Los negocios consultados señalaron que las últimas dos semanas del mes fueron muy difíciles, con ajustes de precios diarios, proveedores suspendiendo entregas y sin valores para algunos productos. Frente a una dinámica inflacionaria que se manifiesta en elevadas tasas de aumentos, cada vez más frecuentes, los salarios de los trabajadores quedan muy rezagados. Este fenómeno impacta en la reducción de la demanda verificada. Mientras tanto, los comercios se ven afectados no solo por la caída de ventas, sino por incrementos de costos en alquileres, y otros servicios, que reducen sus márgenes de ganancias.
Así surge del Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.273 comercios minoristas del país, realizado del 1 al 4 de agosto.
Análisis sectorial
En julio, seis de los siete rubros registraron bajas interanuales en sus ventas. La mayor retracción se ubicó en el rubro de Textil e Indumentaria (-7%) y el único rubro en alza volvió a ser Farmacias (+1,3%).
1) Alimentos y bebidas
“Los aumentos de precios son muy fuertes, la gente quiere comprar, pero cuando llega a la caja no le alcanza y deja productos” (comercio de Godoy Cruz, Mendoza).
“Cambié las marcas de varios productos por los aumentos, todos los meses reinvierto el máximo de mis ganancias para stockearme por la inflación, pero igual tengo faltantes de bienes de canasta básica como azúcar, que ninguno de mis tres proveedores tenía en la última compra” (comercio de Rosario, provincia de Santa Fe).
“Estos últimos meses vengo notando que estoy vendiendo más online y en convenciones o eventos que en el local mismo” (comercio de la ciudad de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires).
“Con la fluctuación del dólar blue, los proveedores guardan la mercadería, no se si no vendemos porque la gente no compra o porque no tenemos productos” (comercio de la ciudad de Córdoba).
“Adelantamos las liquidaciones y vendimos bien, pero la rentabilidad no fue buena”, (comercio de la ciudad de Salta)
“Está muy difícil reponer el calzado, incluso con los que son producción nacional, los proveedores no entregan, dicen que a ellos tampoco les están dando la mercadería. En el caso de los importados, ni los pedimos porque no hay” (Paraná, Entre Ríos).
“Nuestros productos son económicamente ‘inelásticos’, no importa el precio que tengan, son una necesidad y la gente los compra, por eso suben nuestras ventas” (farmacia de la ciudad de San Salvador de Jujuy).
“Las ventas en unidades crecieron porque se vendieron muchas vacunas para la gripe, el mes fue bastante bueno” (farmacia de Comodoro Rivadavia, en Chubut).
“El rubro no es esencial y hay poca plata por eso las ventas caen y van a seguir bajando” (perfumería de la ciudad de La Rioja)
“Hay poca gente en la calle y hoy en día gastar en perfumería es un lujo, se consume en lo indispensable, por eso se cayeron las ventas” (perfumería de la Ciudad de Buenos Aires)
“Los meses anteriores tuvimos faltantes, pero en julio no, los proveedores nos entregaron bien” (comercio del partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires).
“Se frenaron obras y la inflación nos come todas las ganancias de lo que vendemos, esperemos que cambie después de las elecciones” (local de materiales de la construcción de Resistencia, Chaco).
Las ventas se desplomaron 7% anual en julio, a precios constantes y acumulan una caída de 8,9% en los primeros siete meses del año, confrontado al mismo ciclo del 2022. En la comparación intermensual, se retrajeron 2,4%. En julio del año pasado las ventas se habían derrumbado 12,7% anual, por eso esta retracción pone al comercio de indumentaria en una situación delicada. Hubo comportamientos muy dispares. En las ciudades que recibieron turismo internacional, los bajos niveles de consumo se vieron algo morigerados por compras grandes, y en dólares. Pero en la mayoría de los comercios la demanda fue reducida, afectadas por el encarecimiento de los productos.
“Vendimos bien, mejor que el año pasado, por la afluencia turística. El visitante extranjero nos permitió un buen mes y compensó al bajo consumo del local” (comercio de Santiago del Estero)
“Durante julio hubo muchos paros y manifestaciones, eso nos afectó mucho en las ventas porque nuestro local está en el centro” (comercio de San Salvador de Jujuy)