Por otra parte, si bien el resultado de los saldos a pagar con tarjetas de crédito no tiene una lectura lineal con el nivel de consumo, que haya menos deuda para pagar con este mecanismo entre un mes y otro sólo puede ser explicado por un menor nivel de consumo.
Llama aún más la atención el dato de abril si se tiene en cuenta que el Banco Central permitió a los titulares de tarjetas de crédito exigir un financiamiento especial de 9 cuotas y con tres meses de gracia para saldos deudores del mes.
A pesar de que acceder a ese plan implicaba afrontar un costo financiero total (CFT) de cerca del 60% anual, una buena parte de los clientes bancarios adhirió a este esquema, por lo que la baja de consumo con tarjetas tiene que haber sido mucho más fuerte.
Ante la consulta de Télam, desde uno de los tres bancos que concentran la mitad de la operatoria con tarjetas de crédito en la Argentina, dijeron que la retracción de operaciones con tarjeta de crédito en abril fue del 27% en comparación a las de marzo.
“En líneas generales era esperable porque hay muchas actividades comerciales que no están activas o incluso cerradas, como los espectáculos y el turismo. Sin embargo, supermercados y farmacias son rubros que evolucionaron positivamente”, precisaron las mismas fuentes.
Después de ser durante dos años el medio de pago más elegido para tomar préstamos, las tarjetas de créditos empezaron a mostrar una retracción en su crecimiento interanual, alcanzando durante abril un 46,2% y desacelerándose respecto a los guarismos de los meses previos.
“La baja en las operaciones con tarjeta no tiene antecedentes en el pasado cercano y se relaciona con la falta de actividad de muchos comercios que hacían del dinero plástico su fuente preferida de pago”, aseguró Guillermo Barbero, socio de First Capital en un informe sobre créditos.
“Si tenemos en cuenta que en este rubro también se podía optar por diferir los pagos de los vencimientos, podemos inferir que la caída de las nuevas operaciones ha sido más profunda todavía”, agregó.
Contrariamente a lo ocurrido con las tarjetas, los mecanismos de crédito para empresas mostraron un crecimiento de hasta casi el 100% interanual para los préstamos a comercios e industrias.
La combinación de la necesidad de hacer frente a gastos corrientes, la baja pronunciada en los ingresos y las opciones de crédito a tasas subsidiadas del 24% para micro, pequeñas y medianas empresas que dispuso el Banco Central, se reflejaron en un aumento de $ 126.013 millones (21,2%) para los préstamos comerciales en relación al mes anterior y arrojaron un crecimiento interanual del 97,23%.