Las empresas de medicina prepaga han comunicado que a partir del mes de abril implementarán un nuevo aumento, esta vez entre el 15% y el 20%, superando así el índice de inflación. Este incremento representa el cuarto ajuste en lo que va del año 2024, marcando un hito preocupante al acumular un aumento del 100%.
El decreto de necesidad y urgencia 70/2023, firmado por el presidente Javier Milei a finales del año pasado, estableció la desregulación del sector y la creación de un nuevo impuesto. Esta medida ha provocado un impacto significativo en los costos de los servicios de salud privados.
El desglose de los aumentos anteriores en 2024 revela un patrón alarmante: en enero se registró un incremento promedio del 40%, seguido de otro en febrero del 27%, y en marzo del 20%. Con el aumento previsto para abril, el total acumulado superará el 100% en apenas cuatro meses.
El nuevo tributo, que se aplicará retroactivamente desde diciembre, corresponde al 20% sobre los adicionales que los trabajadores pagan por planes superiores a los ofrecidos por sus obras sociales. Este impuesto estará destinado al Fondo Solidario de Redistribución (FSR), encargado de garantizar la cobertura del Plan Médico Obligatorio (PMO).
Un aspecto destacable de esta medida es la equiparación en los aportes al FSR entre las obras sociales sindicales (OSS) y las empresas de medicina prepaga. Mientras que las OSS contribuyen con el 15%, las prepagas deberán hacerlo con un aporte del 20%.
Claudio Belocopitt, propietario de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), expresó su desacuerdo con la medida durante una entrevista en el programa “La ley de la selva” de C5N. Belocopitt señaló que, si bien están a favor de la desregulación, la disposición del nuevo impuesto plantea preocupaciones técnicas, especialmente en cuanto a la proporción de aportes al FSR por parte de las prepagas.