Ganó Argentina. Y eso está fuera de discusión. Aunque fue un partido que comenzó discreto y terminó algo apretado. El equipo de Scaloni fue calentando motores de a poco. Hubo buenos intentos de media distancia y con el correr de los minutos Galíndez fue edificando una muy buena actuación en el arco ecuatoriano. Sobre el final del primer tiempo, la apertura del marcador (golazo de Di María) le puso justicia al resultado, que pudo ampliarse cuando el Fideo sacudió el travesaño de tiro libre.
Ya en la segunda parte, con el ingreso de Lionel Messi, el dominio albiceleste fue aún más evidente ante un rival que si bien adelantó su línea defensiva, le costó emparejar las acciones. Sin embargo, el campeón de América y del mundo pareció regular su energía y eso derivó en un cierre de partido demasiado cerca de Dibu Martínez.
Pese a la derrota, la gran figura del partido fue el arquero Héctor Galíndez. El hombre que suele defender la valla de Huracán estuvo muy atento para desactivar varias ocasiones peligrosas que podrían haber terminado con la pelota en el fondo de su arco.
El triunfo argentino está fuera de discusión, aunque seguramente Scaloni habrá anotado algunas cosas para aceitar rumbo al próximo amistoso (el viernes, ante Guatemala, en Washington) y, sobre todo, para la Copa América, que comenzará el jueves 20.
