La ministra Eugenia Rosales lanzó su propio programa de transversalidad política en el gobierno, y toda la militancia peronista salió a morderle los tobillos con furia, obligando a que una de las figuras del macrismo local saliera corriendo del oficialismo que le había dado cálido cobijo.
La protagonista de la triste historia de amor y desamor, como una novela mexicana resumida en dos capítulos, fue Tiana Acosta, quien supo ser orgullosa funcionaria del macrismo como delegada de Derechos Humanos de la Nación, y ahora que los vientos políticos cambiaron reapareció en la estructura del Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia.
Y nada de un índice discreto… Acosta reapareció como funcionaria, al ser designada directora provincial de Planeamiento de Nuevos Oficios con el Decreto 661 del 27 de abril de este mismo año.
El rumor corrió como reguero de pólvora, y ahí nomás empezaron las preguntas: “¿Pero es ella?”, “¿Estás seguro?”, “¿La del PRO? ¡No puede ser!”. Pero sí era.
En una demostración viviente de que la grieta era cosa del pasado, la misma Tiana que integró la lista de Juntos por el Cambio hace seis meses, ahora formaba filas con el peronismo paladar negro.
Claro, cuando la vieron se armó tal revuelo que tuvo que renunciar, pero la cicatriz queda y demorará bastante en cerrarse.
Aunque no se sabe de dónde vino la orden, el propio PRO se despegó de la designación, y las miradas apuntan a Eugenia Rosales, ministra de árbol genealógico ultraperonista que parece haber patinado horriblemente, y no deja de recibir pedidos de explicaciones.
Si ella avaló el nombramiento o hizo la vista gorda, no se sabe con claridad, pero le están llegando todas las facturas.
Y atención, porque hay más caras de “macrilandia” cobrando sueldos en el gobierno, tantas que un compañero reclamó indignado: “Hay tantas caras amarillas que esto ya parece Los Simpsons!”.
Y el Sr mazoni que estuvo con Brizuela del moral y ahora está humillado a los peronista de pura sepa.