Hace más de tres años que dan vueltas noticias sobre los procesos judiciales abiertos por las estafas de Adhemar Capital, la mágica propuesta piramidal de Edgar Bacchiani.
El Pelado había causado una revolución en Catamarca, con la supuesta alquimia para multiplicar billetes de todos los colores, donde se sumaron miles de personas que creyeron que habían descubierto la pólvora para hacerse millonarias de la noche a la mañana, hasta que la burbuja explotó u quedó el tendal de damnificados.
Aunque se habla y se habla del tema, poco y nada se sabe hasta ahora. No se sabe cuántos cayeron en la trampa, porque muchos perdieron pero no hicieron denuncias (porque creyeron que no valía la pena, porque habían metido plata negra, porque la dieron por perdida), no se sabe cuánto dinero se llegó a recaudar y, lo más importante, no se sabe dónde está toda la plata que había recaudada cuando los pagos se frenaron.
La plata no desaparece. En algún lugar está, alguien la tiene.
Al principio hubo marchas y protestas, que se fueron apagando entre rumores de que éste y aquel habían arreglado, que fulano cobró lo suyo, etc.
En Catamarca, la justicia sigue dando vueltas y vueltas. No hay definiciones ni fechas para el juicio. En otras provincias están igual.
El único lugar donde se avanzó fue en Córdoba. Ahí simplificaron la historia, en vez de esperar a “reunir toda la información”, agarraron las primeras 50 estafas y juzgaron a Bacchiani. El Trader God se sentó en el banquillo, lo apuraron un poco y confesó que era un estafador. Pensó que así la condena le salía barata y se volvió con 9 años de cárcel, a la espera de próximos juicios, el catamarqueño y al menos otros dos más que se preparan en Córdoba.
Lo curioso es que Bacchiani es en este momento el único detenido. Todo el equipo de Adehmar Capital está libre, aunque él acusa a sus más cercanos -José Blas y Alexis Sarroca- de haberlo estafado, como ladrones que le roban a ladrón.
Declaraciones de abogados van y vienen, pero grandes cambios en la situación ya no hay. Bacchiani sigue y seguirá preso un buen rato más, y a los otros no les pasa nada. Tienen la imputación, pero nada más.
La última novedad fuerte llegó otra vez desde Córdoba, donde José Blas fue liberado después de pagar una cifra que sería cercana a los 200.000 dólares para resarcir a un damnificado, con lo cual la fiscal Valeria Rissi le dio el OK para siga viaje tranquilo.
La noticia no generó gran revuelo, pero fuentes judiciales están inquietas, porque hay rumores que señalan dos cosas interesantes.
La primera, que el pago que hizo Blas es millonario (más de 300 millones de pesos según la cotización del dólar de estos días). Y se calcula que si pudo hacer ese pago es porque no está precisamente atravesando una crisis económica. La pregunta se cae sola: ¿tiene Blas parte del Tesoro Escondido de la criptoestafa? Bacchiani dijo siempre que sí, él dijo que no.
Pero hay otro tema más interesante. Se asegura que el “damnificado” que recibió el dinero de Blas sería alguien muy muy cercano a la fiscal Valeria Rissi. Un familiar de la investigadora que habría sido seducido para invertir en las oficinas que Bacchiani abrió en el coqueto barrio cordobés del Cerro de las Rosa.
Dicen que ya hay más de 200 denuncias por estas estafas de Adhemar Capital en Córdoba, pero Blas le pagó a uno y obtuvo su perdón. Y eso alimenta lógicas suspicacias.
¿Será que la justicia cordobesa practica aquello de que la caridad bien entendida empieza por casa, y se ocupó de solucionar su problema?
En Catamarca corre fuerte el rumor y nadie se asusta: se sabe que hay muchos personajes de la Justicia local metidos en el baile de Bacchiani, y que es uno de los motivos por el que todo el caso sigue en una nebulosa.
Conexiones políticas, conexiones judiciales, fortunas en juego.
Bacchiani siempre pensó, y alguna vez lo dijo, que la cantidad de pesos pesados que estaban metidos con él le iban a servir de protección. Hasta ahora no le sirvió de mucho.
Pero parece que a algunos pesados sí les sirvió para cobrar lo suyo y salir ilesos del desastre.
Si la historia de la fiscal Rissi y el pago misterioso de Blas se confirma, quedará claro que en todos lados se cuecen habas.
El catucho