Nada escapa a la guerra fría entre peronistas y radicales-macristas, y la avalancha de enfrentamientos, potenciada por el clima electoral, ya arrasó también con los abogados.
Como el peronista Alexis Russo ganó las elecciones en el Colegio de Abogados, y se asegura la extensión del dominio de los compañeros en el manejo de la institución, los letrados de la vieja guardia radical cortaron por lo sano y formaron una especie de colegio paralelo, la denominada “Asociación de Abogados de Catamarca”. Tomá pa vos.
No es algo nuevo, ese grupo de disidentes ya había apuntado al Colegio más de una vez. Hasta pidieron la renuncia de Fernanda Rosales cuando ella era presidenta, sin calcular que la señora terminaría nada menos que en la Corte.
En esta elección del Colegio parece que tenían alguna expectativa de pasar al frente, pero volvieron a perder, entonces se mandaron con su propio “colegio”, como cuando había dos CGT, la CGT Azopardo y la CGT Brasil, ahora en Catamarca hay dos entidades para representar a los abogados.
La duda que queda es… ¿quién los va a escuchar y recibir? ¿La Corte que tiene tantos compañeros? ¿Van a actuar para la popular y nada más? ¿Esperan conseguir algo?
Esta asociación sería algo así como los autoconvocados de la justicia, un movimiento separatista que necesitará tiempo para instalarse. A lo mejor les alcanza con sentar precedente de su disconformidad y así debilitar al Colegio. Vaya a saber qué pueden lograr.
En los hechos, sus objetivos declarados son otros, nbles y elevados, por su puesto, nada que ver con la pelea partidaria.
Dicen que quieren “dignificar el ejercicio profesional, demandar el respeto a la función del abogado litigante, reclamar un servicio de justicia ágil, eficiente y rápido, propender al justo reconocimiento de los derechos del justiciable y dejar patentizado que los abogados somos los actores esenciales del sistema judicial y por lo tanto su figura y función no puede ser desnaturalizada, postergada, desconocida”.
“Destacamos que la opinión de los abogados no puede ser silenciada, desoída o relegada dentro del sistema de administración de justicia, por lo cual encontramos la necesidad de agruparnos para perseguir el respeto de esas pautas inspiradoras”. Eso dicen… ¿y para eso no está el Colegio?
¿Quiénes están en la flamante asociación? Repasemos: María Rosario Andrada, Eduardo Varrone, Ana Beatriz Monllau, Daniela Cardinali Yuale, Iban Ariel Filipin, Mariano Furque Agüero, Horacio Pernasetti, Fernando Mussela, Alberto Mario Soria, Ricardo Ernesto Riol, Samuel Aguiar, Daniel Ortega, Daniel Ezequiel Stern, María Romano, Fabiana Meglioli, Marta Moya… en fin, hay más aroma a política que a libros de Derecho.
