Miguel Ángel Borja sufrió una semana complicada, ya que fue denunciado por el establecimiento educativo al que asisten sus hijos por un posible maltrato físico contra los niños. Horas después, y con la Justicia interviniendo en el caso, el informe de los especialistas determinó que los pequeños “no sufren ningún tipo de violencia”, por lo que fueron entregados a sus padres. Casi una semana después, el delantero de River Plate subió una foto a sus redes sociales junto a toda su familia, disfrutando del fin de semana.
La historia comenzó el martes 8 de octubre, después de que Valeria Goluza, la directora del colegio al que concurren los hijos del futbolista, hiciera la denuncia después de que uno de ellos diera señales de una supuesta agresión física por parte de su papá a una de sus profesoras. Después de la notificación de las autoridades policiales al Servicio Local de la Niñez y la denuncia penal impuesta sobre el jugador, los jóvenes fueron sometidos a un procedimiento, junto a su madre Linda Pérez Martínez, el cual determinó que no hubo algún suceso de violencia ejercida por parte del colombiano.
“Asimismo en torno a los menores y padres implicados mantiene una entrevista con gabinete de Servicio Local y Niñez a cargo de la licenciada Arnal. Finalizada dicha entrevista, de la cual surge que los niños no sufren ningún tipo de violencia por parte de los padres, disponiendo que los mismos regresen con sus progenitores al domicilio”, informó la Unidad Fiscal N° 3 de Ezeiza. Posteriormente, Borja subió una primera respuesta en su Instagram personal sobre lo ocurrido. “Mi Dios es un juez justo que reconoce los derechos de la gente que sufre”, publicó el jugador del Millonario, que se mostró molesto con la institución estudiantil por nunca haber sido notificado sobre el supuesto problema y que las autoridades concurrieran a la Justicia sin escalas.
Varios días más tarde, el futbolista volvió a expresarse en las redes sociales y respondió con una historia con una foto familiar. El colombiano disfrutó del fin de semana largo y, aprovechando que no fue citado con el combinado nacional de Colombia para disputar las Eliminatorias Sudamericanas, el sábado tuvo una reunión con parte de su entorno después de los entrenamientos con River. En ese mismo lugar también se encontraban su esposa y sus dos hijos. El encuentro se desarrolló en la localidad de El Triunfo, ubicada a más de 300 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Dicha publicación estuvo acompañada por un emoji que forma un corazón.
Ahora, solucionados los problemas extrafutbolísticos, Borja intenta enfocarse en la recta final del semestre con el cuadro dirigido por Marcelo Gallardo y en recuperar su versión goleadora con el Manto Sagrado, con el que marcó 25 goles en 29 partidos en el año.