Bajo la consigna “El trabajo es sagrado”, la central sindical encabezó una multitudinaria marcha en el microcentro porteño. Denuncian un profundo ajuste por parte del Gobierno de Javier Milei.
En la antesala del Día del Trabajador, la Confederación General del Trabajo (CGT) realizó este martes una masiva movilización en el microcentro de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la consigna “El trabajo es sagrado”. La protesta tuvo como principal eje el rechazo a las políticas económicas del Gobierno nacional, a las que calificaron como un “ajuste brutal” que atenta contra los derechos laborales y la producción nacional.
La movilización estuvo acompañada por diversos gremios y organizaciones sindicales, entre ellos la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina Autónoma (CTA-A), y otros sindicatos.
Desde la marcha, el dirigente Julio Piumato, secretario general del gremio de Judiciales y referente de la CGT, fue contundente en su mensaje: “Si el Gobierno sigue así, va camino a la destrucción de la patria”. Sus palabras reflejaron el malestar de los sectores trabajadores frente a la situación económica, la inflación y la caída del poder adquisitivo.
Con banderas, cánticos y pancartas en defensa del trabajo argentino, los manifestantes reclamaron un cambio de rumbo en las políticas del Ejecutivo nacional. La jornada también sirvió para reafirmar la unidad de los espacios sindicales frente a lo que consideran un avance sobre los derechos conquistados.
La CGT no descartó nuevas medidas de fuerza si no se producen respuestas por parte del Gobierno a los reclamos de los trabajadores.