El glorioso Poder Judicial de Catamarca reclama un presupuesto superior a los 150.000 millones de pesos para el año que viene, con la excusa central de que necesita unos 400 empleados más, y presiona al Gobierno sabiendo que lo que menos quiere el Ejecutivo es que se desate un caos de protestas como el año pasado, donde jueces de la Corte de Justicia salían a agitar los empleados diciendo que si no les daban lo que querían no iban a poder pagar ni los sueldos.
Para que eso no pase, el gobernador Raúl Jalil se reunió con la magistrada Fernanda Rosales, y se ocupó al menos de abrir un canal de diálogo, como quien corre la tapa de la olla para liberar la presión antes de que empiece a hervir.
El tema es que la Justicia quiere casi el triple de la plata que va a recibir el Poder Legislativo, quiere más empleados, quiere, quiere, quiere… ¿y para qué?
La Justicia de Catamarca es la misma que lleva dos años “investigando” el crimen de Juan Carlos Rojas. Parece que ya logró descubrir que Rojas era ministro. Lo demás llevará tiempo.
La Justicia de Catamarca es la que armó un equipo de prensa que gasta millones para subir tonteras a las redes sociales.
La Justicia de Catamarca es la misma que amontona empleados hacinados en oficinas que son un nido de burocracia, con una parva de familiares y amigos acomodados a dedo.
La Justicia de Catamarca es el área estatal con sueldos más altos, jueces y secretarios millonarios que se mueven como la realeza.
La Justicia de Catamarca, que debería ser un poder independiente y de control, es manejada por funcionarios y amigos de funcionarios del Gobierno que pasan de ministerios a la Corte sin que se les mueva un pelo.
Si Javier Milei tuviera que explicarle a un extranjero que es la casta, la mejor descripción sería la Justicia de Catamarca.
Lenta, ineficiente, llena de casos sospechados de corrupción, con jueces y fiscales destituidos o llevados al banquillo de los acusados a cada rato, con mucha mugre bajo la alfombra, sospechada de parcial, invadida por cuestiones partidarias.
Ahora esa justicia nos dice que necesita casi 500 millones de pesos por día para funcionar. Una vergüenza.
Si esa no es la casta, la casta dónde está.