La casta de los médicos, con licencia para robar

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La gran mayoría de los ciudadanos sabe que si comete un delito se mete en problemas. Y la mayoría de la gente no lo hace (no mata, no roba, etc.) por dos razones: o porque es honesta o porque sabe que puede ir presa. Ese mecanismo implica control y castigo. Puede fallar a veces, pero en general funciona así.

Hay excepciones, la más conocida es la de los políticos con altos cargos públicos: al menos en Catamarca, la mayoría puede hacer lo que quiera y no pasa nada. Recordar un gobernador o ministro que haya ido preso. Tienen el resto de su vida para completar la tarea.

Pero hay otra casta privilegiada: la de los médicos. Sí, los hay muy nobles y honestos, los que se mataron estudiando y salvan vidas: que Dios los proteja. Pero también hay muchos bandidos, y ese grupo hace lo que se le da la gana y la ley ni lo toca.

Un caso concreto y muy masivo es el cobro de plus, que es ilegal. La ley lo prohíbe, la gente lo denuncia, pero ahí está, no cambia. Cientos de médicos siguen cobrando plus sin dar factura. Lo sabemos nosotros, lo saben ellos, lo sabemos todos, pero no pasa nada. Se cobra hace años y años y se seguirá cobrando por mucho que proteste el planeta

En Catamarca rige la Ley 5.563, aprobada y promulgada en 2018, que aborda el tema con total claridad y establece: “Los contratos a suscribir por la OSEP y los prestadores directos o entidades que representen colectivamente a aquellos dejarán expresamente establecida la prohibición absoluta, y bajo las penalidades previstas en la presente ley, de exigir a los afiliados beneficiarios de OSEP cualquier tipo de contraprestación en dinero, pago de plus, adicional diferenciado o bajo cualquier otra modalidad o denominación, distinta a la de la orden de consulta o de práctica según correspondiere, para la prestación del servicio contratado por OSEP y solicitado por el afiliado”. La misma norma detalla todos los mecanismos de denuncia e implementa sanciones que van desde la multa hasta la rescisión de los contratos. Pero no se aplica.

Pero no es el único robo de los médicos para el que se hace la vista gorda. Todo indica que va a pasar lo mismo con el caso de las órdenes truchas de OSEP, que se inició con 12 médicos imputados, ingresó a la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación para tramitar el debate oral y público.

Ahora quedan ocho médicos acusados por “fraude en perjuicio de la administración pública con “uso de instrumento privado adulterado”. Ya pasaron 12 años desde que se denunció el tema, y ahí están todos, trabajando normalmente.

No quieren ir a juicio, y a cambio piden poner unos pesos y aquí no ha pasado nada. Un sistema que ya se usó en el violento asalto de Parque América, y que se encamina a ponerse de moda en Catamarca.

La justicia podría sacar un cuadro tarifario de delitos y listo: nadie va preso. Sólo hay que poner un mangos y se compra la indulgencia.

Estos médicos que aparenetemente trucharon órdenes -si ofrecen pagar, por algo será- ofrecen unos 15 millones de pesos. Nada al lado de lo que cobraron.

Todo empezó en el año 2013 (¡la Justicia catamarqueña va en el auto de Colapinto pero sin nafta!), porque los doctorcitos hicieron pasar órdenes truchas a través del Círculo Médico y las órdenes fueron pagadas por OSEP.

Claro, nadie controló un pepino, ni en el Círculo ni en OSEP, y cada vez más aprovecharon la volteada. Se sumaron médicos al curro, y también empleados, pero andá a identificarlos, trabaja tanta gente viendo papeles que es imposible saber quiénes estaban prendidos. Una especia de megacausa como la del registro de la Propiedad, pero en salud.

El fiscal de la causa es el bueno de Augusto Barros, el mismo que quiso hacerle un jury a Hugo Costilla y terminó fracasando y con un pedido de jury contra él. Y se rumorea que le van a ofrecer el arreglo con plata para dar por cerrado el tema.

Van 144 meses desde que la Comisión Directiva del Colegio Médico denunció el caso, y todavía no pasó nada. Con el arreglo económico, la idea es que nunca pase nada. Y que siga la joda.