El demócrata Joe Biden asumió como presidente de los Estados Unidos después de jurar ante el Tribunal Superior este miércoles. Lo mismo sucedió con Kamala Harris que es ahora la primera vicepresidenta mujer del país.
“Hoy es un día de historia, de esperanza, de renovación. La voluntad del pueblo ha sido escuchada. La democracia ha prevalecido”, expresó el flamante mandatario. ”Este es el día de Estados Unidos, este es el día de la democracia. Hoy celebramos el triunfo no de un candidato sino de una causa. Hay que confrontar y derrotar el terrorismo doméstico”, condenó el presidente de 78 años en su discurso.
En ese sentido, se explayó sobre los graves e inéditos incidentes producidos el 6 de enero. “La violencia sacudió los fundamentos del Capitolio”, sostuvo. Además, destacó que esto llevó a unirse “como una sola nación, indivisible” para proseguir con la transferencia pacífica del poder. Biden se refirió, en ese sentido, a “la resiliencia” de la Constitución estadounidense y “la fortaleza” de su nación para poder avanzar hacia “una unión más perfecta”.
También remarcó: “Vamos a pasar esto juntos. Vamos a reparar nuestras alianzas y nos vamos a poner en contacto con todo el mundo otra vez”.
En una ceremonia de la que no participó el ahora expresidente Donald Trump se recordó también a los 400.000 muertos por la pandemia en el país con un conjunto de banderas estadounidenses plantadas en la explanada frente al Capitolio. Biden quiso además recordar a las víctimas con un minuto de silencio y advirtió durante su discurso que la nación enfrenta la fase más “mortífera” de la pandemia.
La llegada al poder de Biden marca también un día histórico para Estados Unidos, ya que Kamala Harris juró como la primera vicepresidenta del país. Lo hizo a las 13.42 de la mano de Sonia Sotomayor, latina impulsada por Obama a la Corte Suprema. Esto lo convirtió en un momento único ya que la vicepresidenta de Estados Unidos es hija de un padre jamaiquino y una madre india.
Participaron de la ceremonia los exmandatarios estadounidenses Bill Clinton, y su esposa y excandidata a presidenta Hillary, George Bush y Barak Omaba. La ausencia de Trump en la ceremonia marcó un hito en 150 años de tradición republicana, pero su gobierno estuvo representado por el vicepresidente saliente, Mike Pence.
También se encontraban los nueve jueces de la Corte Suprema de mayoría conservadora y los legisladores de ambas cámaras, como el líder republicano del Senado, Mitch McConnell y el senador demócrata y exprecandidato presidencial, Bernie Sanders.