La Argentina acaba de meterse en un principio de conflicto diplomático con China. El gobierno argentino avaló y luego dio marcha atrás en la Organización Mundial de la Salud (OMS) por un proyecto de resolución de la Unión Europea y Estados Unidos que contempla la creación de un comité de investigación para determinar si el COVID-19 surgió en el estado chino de Wuhan.
El tema escaló tan fuerte que el embajador de China en Buenos Aires, Zou Xiaoli, presentó su queja y malestar ante la Cancillería argentina porque entendió que hay una “sospecha infundada” hacia la administración de Xi Jinping sobre la responsabilidad china en la expansión del virus a nivel mundial, tal como lo plantearon varios presidentes europeos y Donald Trump.
Según consignaron fuentes diplomáticas, la Dirección de Organismos Internacionales (DIOIN) de la Cancillería, mediante el diplomático Sebastian Molteni, acompañó el jueves pasado un proyecto de Resolución por el cual Argentina avaló en la OMS el pedido de la UE y Estados Unidos para abrir una comisión investigadora contra China. En esa resolución se mencionaba, entre otras cosas, la decisión de los países de cooperar contra la pandemia, tomar medidas preventivas, que no haya resoluciones unilaterales y que se investigue el origen del virus para determinar el desarrollo de una vacuna. Este es el punto de mayor tensión que genera malestar de China.
El proyecto de Resolución se llama “Covid-19 Response” y fue presentado por la Unión Europea, Estados Unidos y avalado en un primer momento por Argentina para ser adoptado durante la próxima Asamblea de la OMS que tendrá lugar los días 18 y 19 de mayo próximo por videoconferencia. Aunque ahora el Gobierno decidió retirar ese apoyo cuya presentación final vence el lunes.
Ante el desliz diplomático de Argentina y la queja que despertó en China esta postura del Gobierno, el canciller Felipe Solá encomendó retirar ese patrocinio al proyecto de resolución de la Unión Europea y Estados Unidos.
“Argentina no va a patrocinar un proyecto de resolución en la OMS de una comisión investigadora por el COVID-19”, expresó anoche el vicecanciller Pablo Tettamanti. Es más: este funcionario dijo desconocer la queja de la embajada de China y expresó: “Por lo que sabemos hoy existe una excelente relación con China que se está viendo en las donaciones de insumos sanitarios que está recibiendo de Beijing la Argentina”.
Lo que no quiso admitir Tettamanti es que el jueves la Dirección de Organismos Internacionales había avalado en un primer momento el proyecto de Estados Unidos y la Unión Europea con la creación de una comisión investigadora en la OMS y ahora cambió su posición ante el principio de un conflicto diplomático con China.
“Argentina no está patrocinando un proyecto de resolución en la OMS sobre la creación de una comisión investigadora del COVID-19″, reiteró visiblemente molesto el vicecanciller. Y dijo que por tratarse de una consulta un sábado por la noche desconocía si en algún momento había existido una queja de la embajada China.
Según explicaron fuentes de la Cancillería la presentación, con aval inicial al proyecto de resolución de la UE y Estados Unidos en la OMS, se trataría de una postura interna del ala diplomática del Palacio San Martín que juega en contra del canciller Solá y todo el área diplomática. No es la primera vez que la Cancillería incurre en un desliz diplomático. Ocurrió otro hace 15 días cuando el Gobierno dijo que se retiraba de las negociaciones por acuerdos de libre comercio en el Mercosur y días más tarde tuvo que dar marcha atrás.
En la Casa Rosada lo atribuyen a un enfrentamiento duro con los diplomáticos de carrera. Desde que el Gobierno avanzó con la reforma al sistema previsional especial de los diplomáticos y recortó privilegios a los diplomáticos, este sector de la Cancillería decidió jugar en contra de Solá y su equipo.