Lo publicó a través de sus redes sociales, tras conocerse la renuncia del fundador de Podemos y diputado por Sumar. El caso.
Luego de conocerse la renuncia del ya exdiputado y ex portavoz de Sumar en el Congreso de España, Íñigo Errejón, la actriz Elisa Mouliáa denunció a través de las redes que ella fue “víctima de acoso sexual” de él.
“Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Íñigo Errejón y quiero denunciarlo”, escribió la actriz en X, poco después de que Errejón renunció a su escaño y anunció que abandonará la política por problemas de salud mental y afectivos.
A través de un hilo, Sumar indicó que abrió un proceso para recabar información ante las acusaciones en redes contra su portavoz parlamentario de comportamiento inadecuado con mujeres e informó que este jueves por la mañana presentó su renuncia y que fue aceptada por unanimidad.
Sin embargo, Errejón en su comunicado difundido en X, se expresó en término enigmáticos para detallar que tenía problemas de salud mental y afectivo y ha apuntaba a que en este ciclo político “intenso y acelerado” ha llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”.
Quién es Íñigo Errejón y lo que se sabe sobre su renuncia
Errejón fue uno de los fundadores de Podemos, en España, una voz destacada dentro del progresismo de ese país. En 2019 se alejó de Podemos y se sumó a Más País, que en 2023 se integró a la coalición electoral Sumar, con la que Errejón fue elegido diputado nuevamente.
La renuncia se dio tras la difusión de, hastaahora, un comentario anónimo en redes sociales que difundió la periodista Cristina Fallarás, que apunta a supuestos comportamientos sexuales inapropiados, “maltrato psicológico” y “gaslighting” de “un diputado de Madrid”, que algunos interpretaron que se refería a Errejón.
Por el momento, se desconoce si la Fallarás hacía referencia en ese posteo a Mouliáa o si hablaba de otra presunta víctima.
Tras la repercusión del posteo de la periodista, Errejón publicó su carta de renuncia. En esta, detalló que lleva tiempo en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, para lo cual necesita parar y cuidarse tras estar desde hace una década ocupando puestos de primera fila en la política.
“El ritmo y el modo de vida de la primera línea durante una década ha desgastado mi salud física, mi salud mental y mi estructura afectiva y emocional. Creo que es algo que en mayor o menor medida experimenta todo aquel que está en esa posición durante un tiempo prolongado”, explicó.
Al respecto, expone que “en esa primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz”, al menos así lo entiende, con una forma de comportarse que se “emancipa a menudo de los cuidados”.
“Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo”, relató.
Y señaló que en este ciclo político llegó al “límite de la contradicción entre el personaje y la persona”. “La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y por tanto libres”, dijo.
“No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana”, subrayó.
Finalmente, aseguró que seguirá militando aunque se acabe su etapa institucional, y espera que con su marcha pueda contribuir así a un “relevo generacional de “cuadros e ideas” que las fuerzas populares necesitan.