Un juez de Bolivia declaró en rebeldía a Evo Morales y ordenó su captura, luego de que el exmandatario no se presentara por segunda vez a una audiencia donde debía resolverse un pedido de prisión preventiva en su contra. La causa está relacionada con un caso de trata de personas que investiga su presunta relación con una menor durante su gobierno.
“La aprehensión del imputado (Evo Morales) queda dispuesta”, anunció el juez Nelson Rocabado, de Tarija, durante una audiencia transmitida por el canal estatal Bolivia TV. Además, ordenó el arraigo nacional del expresidente, la notificación por edicto y la anotación preventiva de sus bienes.
La defensa de Morales alegó que no asistió a la audiencia por problemas de salud, entre ellos bronconeumonía y bradicardia, pero el magistrado desestimó el argumento al considerar que no presentaron pruebas suficientes.
Tras la decisión judicial, Morales denunció que la resolución ya estaba preestablecida y que responde a órdenes del gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca. “Denuncio al mundo que me persigue y me condena en tiempo récord, una ‘justicia’ parcializada y servil al Gobierno”, expresó.
Su abogado, Jorge Pérez, calificó el proceso como “ilegal” y acusó a las autoridades judiciales de “prevaricato”, sosteniendo que su cliente está siendo juzgado nuevamente por un caso que ya habría sido resuelto. También cuestionó que no fue notificado formalmente para la audiencia.