El actor se refirió a la actualidad de la cultura en la Argentina y lamentó algunas de las medidas que se implementaron en los últimos meses. “Lo vivo con mucha tristeza”
Juan Minujín se suma a la lista de actores que está en contra de la gestión de Javier Milei y lo hace sin tapujos. El actor le brindó una entrevista a Iván Schargrodsky para “Cenital” y se refirió a los recortes del INCAA. A su vez, el artista también analizó la coyuntura del Gobierno.
En sus declaraciones, Juan Minujín comenzó haciendo referencia a algunas de las políticas implementadas en los últimos meses: “Lo vivo con mucha tristeza, mucha frustración, mucho enojo. Lo hablaba el otro día con un amigo”, arrancó diciendo.
Y agregó: “Están cerrando hospitales, mirá si no van a cerrar el INCAA. ¡Hospitales! El Estado tendría que abrir hospitales, un gobierno tendría que abrir hospitales, darle más espacio a la salud. Lo mismo con la educación. Es el mundo al revés, es como que digo, escapa a mi cabeza poder entender que esto es la solución para algo”.
En tanto, Minujín también hizo referencia a cómo él y su entorno viven la actualidad del país: “Podemos discutir quién tiene la culpa, quién esto, quién lo otro. O sea, un millón de cosas. Pero esta, a mí, no me parece la salida ni remotamente”.
En ese sentido, usó como ejemplo algunas conversaciones que tiene con personas de su entorno. “Inclusive la gente que yo conozco y siento que está muy alineada (con el gobierno), lo que más les escucho es: ‘Esto es lo que se puede hacer con el desastre que se dejó’. Entonces, ahí empieza una zona más pantanosa sobre quién tiene la culpa”.
Asimismo, agregó: “No tengo tantos amigos que digan: ‘Este es el camino, está bueno el recorte a la universidad; está bueno cerrar un hospital; está bueno cerrar un psiquiátrico’. (…) Sí conozco mucha gente que dice ‘nos están ordenando’, y no estoy de acuerdo en lo más mínimo”.
Aunque dice haber hecho un esfuerzo por tratar de entender algunas medidas, Minujín aseguró que le cuesta comprender cuáles fueron los beneficios para la sociedad. “Lo vivo con muchísima frustración porque mis hijas van a la escuela pública, pero no solo por eso. Me parece que el mundo es cada vez más expulsivo y que cada vez está todo en el margen y el centro cada vez es más chiquito”, concluyó.