Frente a una CGT en pie de lucha pero dividida entre sectores moderados y combativos, Javier Milei les dejó saber a sus asesores de mayor confianza que está dispuesto a recibir personalmente a los líderes sindicales para apaciguar los ánimos en el sindicalismo, que se caldearon desde que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), en el afán de desregular la economía y las relaciones sociales, tocó intereses sagrados para los gremios.
El diálogo entre el Gobierno y la central sindical, llevado por el ministro del Interior, Guillermo Francos y el secretario de Trabajo, Omar Yasín, quedó virtualmente quebrado desde el 20 de diciembre, cuando se publicó el DNU que incorporó varios puntos sensibles que el titular de la cartera política había prometido excluir.
Si bien en un principio en La Libertad Avanza (LLA) le restaron importancia a la marcha a los Tribunales de Justicia y al anuncio de un paro para el lejano 24 de enero, en la Casa Rosada admitieron ayer que están interesados en calmar las aguas. Creen que “con diálogo” es posible, inclusive, que la central sindical levante la medida.
Asesores cercanos al Ejecutivo aseguraron con firmeza que Milei está dispuesto a recibir personalmente a los jefes cegetistas, a quienes -mayoritariamente- no conoce y con quienes nunca dialogó formalmente desde que juró en el cargo. Aún no realizaron una convocatoria para un encuentro, pero hubo algunos contactos, de parte de Francos y de Yasín. “Tenemos conversaciones permanentes”, aseguraron en Trabajo, aunque prefirieron reservarse los nombres de los interlocutores del otro lado.