Raúl Jalil insiste en que vamos a salir adelante, pero advierte que no será sin sacrificios, y abre el paraguas al avisar que “vamos a tener que ser muy cuidadosos” con el tema salarial, porque claro, se le están juntando docentes, policías y medio mundo cansado de cobrar sueldos de hambre.
Raúl habla de sacrificios, pero es para los demás. El no da el ejemplo ni muchos menos… se despachó con cientos de nombramientos para los amigos y familiares, para exministros, políticos perdedores, acomodados. Para ellos sí sobra la plata, porque les metieron índices millonarios a todos a cambio de no hacer nada.
Entonces, todo suena a una gran cargada, a que se ríe en la cara de la gente. Porque en cada Boletín Oficial llueven los acomodos a sus amigotes y parientes, y a los trabajadores de verdad les pone cara seria y les dice que se sacrifiquen. ¿Es una joda?
El diputado Tiago Puente hizo algunos números rápidos y calculó que se nombraron al menos 949 funcionarios nuevos, todos con sueldos que van entre los 600.000 y los 900.000 pesos. Son casi 10.000 millones de pesos al año en sueldos de amigos. ¿Y viene a pedir sacrificios? ¿Sacrificios para pagar los lujos de sus ñoquis? ¿Sacrificios para que sus amigos sigan vacacionando en el exterior con todo pago?
¿De qué sacrificio puede hablar Jalil que tiene a su esposa en el Congreso y a su hermano dirigiendo YMAD? (Uno de los hermanos, el compadre de Bacchiani anda con otras historias)
Señores, si esto no es la casta… ¿la casta dónde está?
Jalil no sabe en qué mundo viven los catamarqueños, pero no tiene nada que ver con el suyo. Hay gente que si no va a los comedores no recibe un plato de comida. Hay gente que esconde el celular cuando sale a la calle para que no le roben. Hay gente mendigando en el centro y en las esquinas. Mientras él anuncia miles de millones de dólares que llegarán por el litio y el cobre. ¿Para quién? Basta de verso. La mitad de la población está enterrada en la pobreza, endeudada, sin presente y sin futuro. ¿Qué sacrificios pide?
El catucho
