Mientras acá se pelean Adrián Brizuela con Javier Galán, y José Jalil Colomé está desaparecido en acción, hay un secreto a voces: la figura más fuerte de Javier Milei en Catamarca se llama Raúl Jalil.
El gobernador catamarqueño pasó del tímido “las elecciones ya pasaron” y “el pueblo eligió” a avisar después que “yo no me voy a pelear con Milei”, y ahora ya es un hombre de confianza del presidente.
Sin nada que hablar ni negociar, sin acto oficial de por medio, MIlei aterrizó en Tucumán para recibir un premio armado por sus amigos, y hasta allá se fue Jalil a hacer las veces de protocolo, parándose en la pista para esperar al mandatario al pie de la escalerilla y profesarle su amor.
Pero atención, porque Milei le devolvió el cariño. Sí, el mismo Milei que reparte insultos para todo el mundo, a Jalil lo nombró desde el escenario y le agradeció su ayuda, al momento que se autocalificaba como “el mejor gobierno de la historia”.
Los que miran abriendo los ojos como dos huevos duros y no entienden nada son los peronistas de Catamarca. Los peronistas que le hicieron campaña a Jalil, los peronistas que votaron a Jalil.
“¿Ese señor es el vicepresidente del PJ Catamarca?” preguntan y piden que los pellizquen porque no creen lo que ven.
Y ya hay varios muy preocupados. Los peronistas de segunda fila que se anotaban para suceder a Raúl y ahora empiezan a darse cuenta de que este romance con los libertarios va para largo, y también se preocupan los libertarios, porque con un Jalil tan obediente y solidario… ¿para qué se va a arriesgar Milei con un novato?
Los radicales, descolocados. Unos quieren subirse al tren del león, otros la juegan de opositores, y mientras tanto el que teje y teje es Raulito.
“No, imposible, Raúl no va a ser candidato de La Libertad Avanza”, dicen en la sede de Avenida Güemes. Pero ni falta que hace. Mientras siga sumiso y colaborador, a Milei le sirve así, que tenga el cartel del PJ.
Recursos para la campaña sobran, porque ahí no va a haber emergencia económica que valga, y encima va a estar Casa Rosada atrás apoyando.
¿Por qué se va a ir Jalil? La tiene más fácil que nunca. El temita es que lo voten. ¿Se puede comprar eso también? Sí, abriendo la chequera desaparecen los enemigos.
La única piedrita en el zapato es la embestida de la Corte Suprema contra las reelecciones indefinidas. Acá todos estuvieron atentos a lo que pasó en Formosa, y muchos ya tienen listas las presentaciones por las dudas Jalil quiera hacer como Messi y vaya por “la tercera”.
Pero también para eso sirve tener amigos en Casa Rosada.
Hay que dejar que el tiempo pase y los melones se vayan acomodando. Pero es un hecho que hoy Jalil tiene más enemigos políticos en el peronismo catamarqueño que entre los libertarios de Nación. Te lo digo y te lo firmo. Raúl 2027 ya no es una fantasía.