El presidente Jair Bolsonaro, que se contagió el coronavirus, paseó este jueves en moto y conversó sin mascarilla con barrenderos en la parte externa de su residencia oficial en Brasilia, según fotografías que circularon en los medios brasileños.
Bolsonaro, de 65 años, que el 7 de julio anunció que había contraído la COVID-19 y el miércoles indicó que había vuelto a dar positivo, aparece en una de las imágenes sin casco ni máscara conversando con un barrendero, que tampoco tiene barbijo.
En otra fotografía está con casco, pero con la visera levantada y saluda desde cierta distancia a dos barrenderos, en los exteriores del Palacio de Alvorada, donde permanece aislado desde que recibió su diagnóstico.
En su mensaje de los jueves en Facebook, Bolsonaro, que llegó a calificar al coronavirus de “gripecita”, aseguró que se siente “muy bien”, aunque “un poco agobiado de estar encerrado en una sala”.
El paseo en moto se produjo en un momento de elevados balances de la pandemia en Brasil, el segundo país más golpeado por el virus (detrás de Estados Unidos), con más de 84.000 fallecidos y casi 2,3 millones de personas contagiadas.
El promedio de muertes sobre siete días supera las mil diarias desde hace semanas, pese a lo cual varios estados flexibilizan las medidas de confinamiento.
El paseo en moto representa “la imagen de la monstruosidad y del desprecio de Bolsonaro por la vida de los brasileños”, tuiteó el legislador federal Marcelo Freixo, líder del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).