El vínculo entre Jaime Lorente y Denver, su icónico personaje en La Casa de Papel, va más allá de la pantalla. Comparten características como el amor por la familia, la valentía y un carisma indomable. Sin embargo, para el actor español, este papel también dejó una huella profunda en su vida personal y profesional.
En su reciente visita a Argentina, donde participó en Párense de Manos 2, Lorente dejó en claro que su determinación no tiene límites, incluso cuando los médicos le recomendaron no boxear debido a un tratamiento dental reciente. “Me dijeron: ‘Estás loco’, pero quería subirme al ring”, confesó.
La paternidad: su gran prioridad
Lejos del personaje de Denver, Lorente encuentra su equilibrio en su rol como padre de dos hijos pequeños. “Ser papá me coloca en el lugar que debo estar. Es una responsabilidad enorme y no se puede seguir viviendo como si no los tuvieras”, reflexionó. Aunque su hija mayor comienza a notar la fama de su padre, para él, lo importante es mantenerlos alejados de las presiones externas.
Reconciliación con Denver
Sobre el impacto de La Casa de Papel, Lorente expresó sentimientos encontrados. “A nivel laboral me dio mucho, pero también me quitó mucho personal. Durante un tiempo fue difícil que la gente viera a Jaime detrás de Denver”. Con el apoyo de su terapeuta, el actor ha comenzado a reconciliarse con ese capítulo de su vida, especialmente al experimentar el cariño del público argentino.
Actuar como forma de riesgo
Para Lorente, el arte no se trata de perfección, sino de asumir riesgos. “Prefiero fallar y sorprender que hacer algo predecible. Si sale mal, ya habrá otra oportunidad”, comentó. Aunque su profesión es importante, dejó claro que ahora prioriza a su familia sobre cualquier búsqueda artística.
Reflexión sobre las redes sociales
La paternidad también ha sensibilizado al actor frente a temas como el acoso en línea. “Mis hijos estarán expuestos a esto, y me llena de dilemas. Por eso decidí abandonar Twitter. Ya no podía más con las peleas y los insultos”, explicó, agradeciendo a su madre por haberle aconsejado dar ese paso.
Jaime Lorente sigue conquistando tanto en el ámbito profesional como en el personal, demostrando que detrás del éxito hay un hombre en constante evolución, dispuesto a aprender, reconciliarse y crecer.