Tras seis meses de intensos enfrentamientos en la Franja de Gaza, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que Israel se encuentra al borde de la victoria en la región, pero dejó en claro que no habrá un acuerdo de alto al fuego sin la liberación de los 133 rehenes en manos de Hamas.
En un discurso, Netanyahu reafirmó la posición firme de su gobierno frente a las demandas extremas de los terroristas palestinos, señalando que acceder a estas demandas “abriría la puerta a la repetición de los crímenes pasados” y supondría “una amenaza constante” para la seguridad de Israel.
“Quiero dejar claro a la comunidad internacional: no habrá un alto al fuego sin la liberación de los secuestrados. Simplemente no va a suceder”, expresó durante su intervención, destacando la postura compartida por la administración del presidente estadounidense, Joe Biden. Netanyahu acusó a Hamas de buscar un cese al fuego para asegurar su “propia supervivencia y capacidad de atacar nuevamente a Israel” en el futuro.
Mientras tanto, en Gaza, el conflicto continúa cobrando un alto precio humano. Según cifras del Ministerio de Sanidad controlado por Hamas, más de 33,000 personas han perdido la vida, en su mayoría mujeres y niños, mientras que cerca de 75,890 resultaron heridas.
Netanyahu también señaló la responsabilidad de Irán en el conflicto, acusando al régimen de Teherán de respaldar a grupos como Hamas y Hezbollah en sus ataques contra Israel. “Desde el 7 de octubre, hemos sido atacados en muchos frentes por los afiliados de Irán: Hamas (en Gaza), Hezbollah (en la frontera norte), los hutíes (de Yemen), milicias en Irak y Siria, y también otros ataques”, declaró Netanyahu.
“Esta guerra ha dejado claro al mundo lo que Israel siempre ha sabido: Irán está detrás del ataque contra nosotros a través de sus representantes. Y estos son numerosos ataques”, advirtió el primer ministro.
“En este momento crítico, una minoría extremista y violenta está intentando dividir al país. No hay nada que nuestros enemigos deseen más. Quieren que la división interna y el odio nos detengan justo antes de la victoria”, concluyó Netanyahu.