Al menos 44 personas murieron en la madrugada del viernes en una estampida producida durante una peregrinación judía ortodoxa en el norte de Israel, en el mayor evento multitudinario desde el inicio de la pandemia de covid en el país.
“Contabilizamos 38 muertos en el lugar pero hay otros en el hospital”, declaró un portavoz de la Magen David Adom – equivalente israelí de la Cruz Roja.
Por su parte, el hospital Ziv, uno de los centros a donde fueron trasladadas las víctimas, dijo haber contabilizado seis muertos, por lo que el balance provisional se eleva a 44 fallecidos.
A medida que pasan las horas, el balance aumenta. Los socorristas anunciaron “decenas” de muertos y heridos graves en esta tragedia ocurrida en el Monte Meron.
En plena noche, las sirenas de las ambulancias ululaban cerca del teatro de la tragedia mientras los socorristas evacuaban cuerpos sin vida y heridos.
Los socorristas habían dicho inicialmente que se había producido el hundimiento de un graderío para explicar los heridos, antes de hablar de una “estampida” gigantesca.
Imágenes publicadas en las redes sociales muestran una procesión que rompe una muchedumbre compacta y se acerca a una estructura metálica donde devotos están de pie en torno a una hoguera.
Las circunstancias concretas que llevaron a esta aglomeración no estaban claras el viernes, pero un socorrista en el lugar, Yehuda Gottleib, que trabaja para United Hatzalah, dijo haber visto a hombres “aplastados” y “perder el conocimiento”, según su organización.
Decenas de miles de personas participaban en la noche del jueves al viernes en la peregrinación anual en el norte de Israel, en el mayor evento público en el país desde el inicio de la pandemia del coronavirus.
Las autoridades habían permitido la presencia de 10.000 personas en el recinto de la tumba, pero, según los organizadores, en todo el país se fletaron más de 650 autobuses, lo que supone al menos 30.000 personas. La prensa local estimó la afluencia en 100.000 personas.
Después de medianoche, las llamadas a los socorristas se multiplicaron y seis helicópteros trabajaban en la evacuación de los heridos a los hospitales de Safed y Nahariya, dos ciudades del norte del país.