El río Shabelle se desbordó en Somalia, causando inundaciones en la región de Hiran y sus alrededores, lo que resultó en la muerte de 22 personas y el desplazamiento de más de 200.000 habitantes de la zona.
Este suceso llega después de una prolongada sequía que afectó gravemente a la economía del país, y ahora se suman las inundaciones repentinas que han puesto en peligro la vida de los ciudadanos, afectando carreteras, destruyendo hogares y causando daños a la tierra cultivable.
“Las primeras estimaciones indican que las inundaciones repentinas y fluviales en Somalia afectaron al menos a 460.470 personas, de las cuales casi 219.000 tuvieron que dejar sus hogares y 22 fallecieron”, indicaron las autoridades, según informó Télam.
Los principales puntos afectados por las intensas lluvias son Hirshabelle y Jubaland, en donde las inundaciones provocaron el cierre temporario de escuelas y centro de salud. Pese a los daños que generó la catástrofe, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que “las lluvias están recargando las fuentes de agua superficiales y permitiendo que se regenere la vegetación, lo que es importante para la supervivencia humana y del ganado”, después de la peor sequía en las últimas cuatro décadas.