Según un informe reciente del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), los salarios formales han experimentado una disminución del 15% en el último semestre, reflejando el fuerte impacto de la crisis económica en los ingresos de los trabajadores.
La devaluación ocurrida el 13 de diciembre, que llevó al dólar a alcanzar los 800 pesos con un aumento del 118,3%, seguido de un aumento inflacionario posterior, ha golpeado significativamente los ingresos de los trabajadores durante diciembre y enero.
En enero, la caída real del salario alcanzó el 21,3%, afectando especialmente a las clases más bajas debido al aumento en los precios de alimentos y bebidas, un rubro especialmente sensible que experimentó un alza superior al 65% en los últimos meses de 2023 y los primeros de 2024.
El informe del CIFRA señala que, si bien la recesión ha actuado como un freno para el alza de precios, algunas negociaciones paritarias han logrado recuperar parte de lo perdido, lo que se refleja en un ligero repunte relativo en el promedio.
La pérdida de poder adquisitivo fue más pronunciada en el sector público, con una caída del 21,3%, en comparación con una disminución del 11,2% en el sector privado, lo que resultó en un promedio semestral del 14,9%. Además, el salario mínimo, vital y móvil sufrió una significativa caída del 28,8% entre noviembre de 2023 y mayo de 2024.
Al analizar retrospectivamente desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández en noviembre de 2019, los ingresos reales de los trabajadores formales han retrocedido un 24,2% (32% cuando se mide en alimentos); mientras que los ingresos del sector público se contrajeron casi un 30%, y los del sector privado disminuyeron un 20,9%.