Informe del Vaticano alerta sobre represalias a víctimas de abusos sexuales del clero

En su segundo informe anual, la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores advirtió que las víctimas de abusos sexuales perpetrados por miembros del clero continúan sufriendo “represalias perturbadoras” por parte de la jerarquía de la Iglesia Católica tras denunciar los hechos. El documento también denunció que la “resistencia cultural” obstaculiza la prevención y sanción de estos delitos en muchas diócesis, y destacó las “grandes disparidades” en la aplicación de medidas entre distintas regiones.

Por primera vez, 40 víctimas participaron directamente en la elaboración del informe, aportando testimonios sobre presiones recibidas incluso más de 20 años después de las primeras denuncias masivas en Estados Unidos, según informó la AFP. El documento, de 103 páginas y presentado el mes pasado al Papa Francisco, enfatiza la necesidad de reparaciones que incluyan apoyo psicológico, disculpas públicas e indemnizaciones económicas.

La Comisión sostiene que la Iglesia tiene la obligación moral de ayudar a sanar a las víctimas, identificando como medidas esenciales tanto las compensaciones financieras como las sanciones a los abusadores y a quienes facilitaron los delitos, según AP. Los acuerdos monetarios son considerados necesarios para asegurar terapias y asistencia adecuada que permita a las víctimas recuperarse del trauma.

El proceso judicial interno de la Iglesia sigue envuelto en secreto, limitando el acceso de las víctimas a la información sobre sus casos más allá de conocer los resultados finales, que muchas veces se demoran años. Como consecuencia, las víctimas carecen de recursos efectivos más allá de hacer pública su historia.

Aunque el Papa Francisco ha impulsado medidas para frenar los abusos, el secreto de confesión sigue siendo absoluto, y el clero no está obligado a denunciar los delitos ante la justicia civil, salvo cuando la legislación nacional lo exige.

El informe también subraya que las sanciones deben ser “tangibles y proporcionales a la gravedad del crimen”. Si bien la reducción al estado laico es una posibilidad para los sacerdotes condenados por abuso, la Iglesia frecuentemente impone sanciones menores, como períodos de retiro, evitando la expulsión definitiva del clero.