El cuerpo de bomberos voluntarios de Catamarca partió la semana pasada hacia Salta para sumarse a la lucha contra el fuego en las zonas más afectadas por los incendios forestales. Luego de cinco días de combate “cuerpo a cuerpo” con las llamas, los brigadistas regresaron a la provincia llenos de orgullo tras completar su tarea en la región.
Durante la tarde del miércoles 9 de noviembre, desde el Sistema Único de Comando se activó el protocolo que alerta a las Federaciones Provinciales en circunstancias de alerta máxima y/o desastres. A partir de ese momento, se conformó la brigada forestal con bomberos y bomberas de Belén, Santa María, San José, Pomán y Valle Viejo.
Un total de 22 brigadistas salieron de la provincia con 7 vehículos de ataque rápido y logística.
“Llegamos e inmediatamente nos destinaron al lugar. Después de haber asegurado lo que es la periferia de la ciudad de Orán, nos mandaron a trabajar a una reserva de pueblos originarios a tres horas y media de Orán, por medio de la selva”, cuenta Alfredo Gómez, director de Coordinación Única de Operaciones (CUO) por Catamarca.
El brigadista manifestó que fue una experiencia distinta para el cuerpo. “Nunca habíamos trabajado en un escenario a 2.000 metros de altura, con 42 grados de temperatura, con un 30% de humedad”, dijo.
“Una cosa son las prácticas y otra cosa es la vida real. En este caso, el fuego ya amenazaba las casas de los pueblos originarios y el viento no daba tregua, el humo no daba tregua; y por eso no podíamos contar en esos cinco días con ayuda aérea así que el incendio fue cuerpo a cuerpo”, indicó.
Gómez señaló que trabajaron a la par de los bomberos de Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. “Es un orgullo contar con el grupo de bomberos que tenemos”, manifestó.
Por último resaltó: “Catamarca se retiró del lugar habiendo dejado todas las casas seguras, el incendio controlado, sin ningún tipo de peligro para la población y cumpliendo todas las metas que nos habían dado así que es un orgullo”.