Un incendio forestal de gran magnitud arrasa los bosques de Neuquén a un ritmo alarmante. En apenas un día, la superficie afectada por el fuego pasó de 7.000 a 15.000 hectáreas, generando una situación crítica en la provincia.
Las condiciones climáticas no ayudan. “Va a costar años recuperar lo perdido en estos incendios”, lamentó el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, durante su recorrido por la zona afectada. Allí visitó el campamento de brigadistas y un centro de evacuados en Junín de los Andes.
A pesar del despliegue de recursos provinciales, el avance del fuego en cercanías del volcán Lanín pone en jaque los esfuerzos de contención. Ante la emergencia, se solicitó ayuda a otras provincias, sumándose 100 bomberos especializados de Córdoba, La Pampa y Santa Fe a los 200 brigadistas locales.
El operativo cuenta con 600 personas y equipamiento como cargadoras, motoniveladoras, topadoras y drones para mapear la zona. Además, hay nueve aeronaves listas para intervenir, incluyendo helicópteros con helibalde y aviones hidrantes. Sin embargo, el intenso humo ha impedido hasta ahora su despegue.