Desde el 25 de diciembre, un incendio sigue activo en el Parque Nacional Nahuel Huapi, en Bariloche, con varios focos que afectan alrededor de 1500 hectáreas. A pesar de la gravedad, el fuego se mantiene lejos de las viviendas, llevando tranquilidad a las comunidades cercanas.
En la zona trabajan bomberos voluntarios, guardaparques, socorristas, brigadistas y un avión hidrante. No obstante, los operativos fueron suspendidos debido a las condiciones climáticas adversas, que incluyen una alerta por tormentas y la densidad del humo, lo que imposibilitó las tareas terrestres y aéreas.
“La compleja topografía del terreno, sumada a la presencia de humo que dificultó las operaciones aéreas y el traslado de personal, llevó a la suspensión de las tareas de combate terrestre por razones de extrema seguridad”, explicó la Administración de Parques Nacionales.
Las autoridades atribuyen el origen del incendio a una tormenta eléctrica ocurrida el 16 de diciembre, que generó una significativa cantidad de rayos, iniciando focos ígneos en el área.
Por el momento, los esfuerzos se centran en evaluar las condiciones para reanudar los operativos y proteger las áreas naturales afectadas.