La decisión fue adoptada en una audiencia por zoom de la que no participaron Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, lo que anticipa un tribunal dividido de cara a decisiones en casos relevantes.
Horacio Rosatti fue elegido como nuevo presidente de las Corte Suprema de Justicia en una reunión de acuerdo extraordinario realizada este jueves a través de la plataforma virtual Zoom.
Los jueces Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco estuvieron ausentes, por lo que Rosatti necesitó de su propio voto para conformar la mayoría. Carlos Rosenkrantz, hoy presidente, pasará a ser vice.
Los nuevos mandatos estarán vigentes entre el 1° de octubre de este año y el 30 de septiembre de 2024.
Según surge de la acordada 18/2021 que dispone los cambios en la Corte, fue el ministro Juan Carlos Maqueda quien propuso a la nueva conducción en un encuentro que no estuvo exento de algunos contrapuntos.
El nuevo presidente del máximo tribunal de Justicia es un histórico dirigente del peronismo de Santa Fue. Participó de la reforma de la Constitución Nacional en 1994 como convencional constituyente. También integró el gobierno nacional como ministro de Justicia durante la Presidencia de Néstor Kirchner, pero renunció cuando estaba por cumplir un año en la gestión.
Llegó a la Corte en 2016, postulado por el entonces jefe de Estado Mauricio Macri. En su libro, “Primer Tiempo”, el ex presidente dijo que se arrepintió de aquella decisión porque el juez terminó votando en contra de las reformas que propiciaba su gobierno.
Bajo la conducción de Rosatti, la Corte deberá entender en al menos una docena de causas sensibles para el poder político que se encuentran listas para dictar sentencia, entre ellas los expedientes por los casos Vialidad, Memorándum con Irán, Los Sauces, Cuadernos de la Corrupción, Ruta del Dinero K y Dólar Futuro. Muchos de esas carátulas tienen a la vicepresidenta Cristina Kirchner como acusada o querellante.
La falta de unanimidad para designar al nuevo presidente anticipan un escenario dividido en el tribunal. De hecho, las diferencias internas quedaron expuestas en los últimos meses en una larga lista de decisiones en donde los cortesanos no lograron unificar posiciones (casos Molinos Río de la Plata, Esso, Pogonza, Valeria Mazza, PFN, Comunidad Mapuche Catalán, Giménez, FIA, Farmacity, Blaquier, Bertuzzi y Bruglia, clases presenciales en CABA, Shi y Price -entre otros-).
La disparidad de criterios quedó asentada también en otros pronunciamientos importantes dictados a partir de la conformación del tribunal actual, en 2016, como en el primer caso que se dispuso la aplicación del 2×1 para beneficiar a genocidas, la sindicalización de policías, la Masacre de Pompeya y el de la obligatoriedad de los fallos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Las ausencias
Según se expresa en la acordada, a las 10:34 Lorenzetti informó que se encontraba imposibilitado de asistir al encuentro “en virtud de estar participando de las reuniones de UNIDROIT y en las cuales actúa en calidad de miembro del Governing Council”.
Desde el entorno de Lorenzetti dicen que ayer, cuando surgió la convocatoria para el zoom de hoy, ya le habían adelantado a Rosenkrantz que no podría participar y expresaron su sorpresa porque esperaban que el cónclave se realizara un martes, como sucede habitualmente.
Los ministros presentes dejaron constancia además de que a las 11:34, Highton de Nolasco solicitó la postergación del acuerdo extraordinario por la ausencia de Lorenzetti. Sin embargo, Rosenkrantz -el presidente actual- le comunicó a todos los miembros del cuerpo que la ausencia de uno de ellos “no constituye un impedimento legal para la celebración del acuerdo convocado”.
Finalmente, Highton de Nolasco decidió no participar de la votación.