El ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que las negociaciones con los acreedores muy probablemente se extiendan más allá del próximo viernes, cuando vence un pago de intereses por US$503 millones para evitar nuevo default, al indicar que existe una “gran posibilidad” de que el plazo para cerrar el canje de deuda se extienda. Guzmán minimizó el deadline del 22 de mayo, al tildarlo, a esta altura, como una “fecha anecdótica”.
“Es simplemente una resolución extender el plazo. Ahora estamos en un proceso en el que vemos valor en el proceso que estamos atravesando para lograr un acuerdo sostenible. Creemos que existe una gran posibilidad de que ese plazo se extienda para que eventualmente podamos hacer los arreglos necesarios para lograr un acuerdo sostenible con nuestros acreedores “, indicó Guzmán.
“Pensaría en la fecha del 22 de mayo como una fecha anecdótica. Estamos en un proceso, en medio de negociaciones, ambas partes están trabajando con la intención de llegar a un acuerdo”, agregó.
Guzmán realizó estas declaraciones al responder preguntas de la prensa tras brindar un panorama de la economía y las negociaciones por la deuda en una exposición virtual organizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Guzmán fue presentado por el embajador argentino, Jorge Argüello .
La presentación del jefe del Palacio de Hacienda ocurrió cuando faltan apenas tres días para que venza el período de gracia con el que cuenta la Argentina para concretar un pago de intereses de de la deuda por US$ 503 millones. Si el Gobierno y los principales acreedores del país no logran forjar un acuerdo para ese día, y la Casa Rosada decide esquivar ese pago, la Argentina caerá en default por novena vez en su historia.
“Si hay un desenlace que todos quieren evitar, es un default “, dijo, al abrir el evento, Neil Harrington, vicepresidente para el Departamento de la Américas de la Cámara de Comercio.
Guzmán ofreció su ya tradicional panorama sobre la economía argentina y reiteró, una vez más, que el objetivo principal del Gobierno es estabilizar la economía, y generar un mercado financiero interno robusto para fomentar la inversión. Insistió en que el oficialismo quiere resolver la crisis de la deuda “de manera ordenada” y construir una relación saludable con los inversores. “Queremos hacer promesas que podamos cumplir, y las promesas que hacemos, porque son promesas que podemos cumplir, las cumpliremos”, afirmó.
El jefe del Palacio de Hacienda evitó dar detalles acerca de cuál serán los pasos que dará el Gobierno a partir del viernes en caso de que no se alcance un acuerdo con los principales grupos de acreedores enfrascados en la negociación.
“Las negociaciones continúan”, afirmó. “Estamos totalmente comprometidos con una solución ordenada del problema de insostenibilidad de la deuda que tenía la Argentina. Seguiremos, las negociaciones continuarán. Mientras más pronto lo resolvamos, mejor. Estamos todos trabajando duro para ese objetivo. Lo que necesitamos es un acuerdo sostenible. Cualquier acuerdo sirve, el acuerdo tiene que ser sostenible”, insistió.